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Génesis 42:36 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

36 Entonces Jacob exclamó: ―¡Ustedes me han privado de mis hijos! Perdí a José, luego a Simeón, y ahora quieren llevarse a Benjamín. Todo se ha confabulado en mi contra.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

36 Entonces su padre Jacob les dijo: Me habéis privado de mis hijos; José no parece, ni Simeón tampoco, y a Benjamín le llevaréis; contra mí son todas estas cosas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

36 y Jacob exclamó: —¡Ustedes me están robando a mis hijos! ¡José ya no está! ¡Simeón tampoco! Y ahora quieren llevarse también a Benjamín. ¡Todo está en mi contra!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

36 Jacob, su padre, les dijo: 'Ustedes me van a dejar sin hijos: falta José, falta Simeón, ¡y ahora quieren llevarse a Benjamín! ¡Todas estas cosas recaen sobre mí!'

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La Biblia Textual 3a Edicion

36 Y su padre Jacob les dijo: Me habéis privado de hijos: José no está, Simeón tampoco está, y queréis tomar a Benjamín. ¡Todo está contra mí!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

36 Jacob, su padre, les dijo: '¡Me vais a dejar sin hijos! José ya no existe. Simeón no está entre nosotros. Y ahora queréis llevaron a Benjamín. ¡Todas las desgracias caen sobre mí!'.

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Génesis 42:36
21 Referans Kwoze  

Entonces Rubén le dijo a su padre: ―Mata a mis dos hijos si no te devuelvo a Benjamín. Yo respondo por su regreso.


¡Quiera el Dios Todopoderoso que aquel hombre les tenga misericordia, para que le dé la libertad a Simeón y deje volver a Benjamín! Y si debo sufrir el dolor de la muerte de ellos, que así sea.


El mayordomo comenzó a buscar en el costal del mayor y siguió revisando hasta llegar al del menor. ¡La copa estaba en el costal de Benjamín!


―¡Les creo! —dijo—. ¡José mi hijo está vivo! ¡Iré y lo veré antes de morir!


José les proporcionó alimentos, según el número de los miembros de la familia.


Recuerda, oh Dios, que mi vida es un suspiro; que ya no verán mis ojos la felicidad.


El bueno no está libre de tribulación; también tiene sus problemas pero en todos ellos lo auxilia el Señor.


Mejor es terminar que comenzar. La paciencia es mejor que el orgullo.


Y ¿por qué lo hizo Dios? Fue para limpiarlo de sus pecados, y librarlo de todos sus ídolos y de los altares para estos. Ahora jamás volverán a ser adorados.


«He recorrido solo la mitad de mi vida y tengo que dejarla. Se me despoja de mis años normales y tengo que traspasar las puertas del Seol.


No temas, pues yo estoy contigo, no te desanimes. Yo soy tu Dios, yo te fortaleceré, yo te ayudaré, yo te sostendré con mi triunfante mano diestra.


El Señor dice: Hay amargo llanto en Ramá. Raquel llora por sus hijos y nadie puede consolarla, pues han desaparecido.


Extendiendo la mano, Jesús lo sujetó y le dijo: ―¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?


Además, sabemos que si amamos a Dios, él hace que todo lo que nos suceda sea para nuestro bien. Él nos ha llamado de acuerdo con su propósito.


¿Qué más se puede decir? Si Dios está de parte nuestra, ¿quién podrá estar contra nosotros?


Ustedes no han pasado por ninguna tentación que no sea común al género humano. Pero pueden estar confiados en la fidelidad de Dios, que no dejará que la tentación sea más fuerte de lo que puedan resistir. Dios les mostrará la manera de resistir la tentación y escapar de ella.


Pues nuestros pequeños y pasajeros sufrimientos producen una gloria eterna más grande y abundante.


Pero David se dijo: «Algún día Saúl me va a encontrar y me dará muerte, por lo tanto me iré a territorio de los filisteos hasta que Saúl deje de buscarme. Sólo así volveré a tener seguridad».


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