Entonces Judá le dijo a Tamar, su nuera, que no se casara por el momento y que se quedara en la casa de sus padres, hasta que Selá tuviera edad suficiente para casarse con ella. Realmente era una excusa, porque temía que su hijo menor también muriera al casarse con ella. Tamar, pues, volvió a vivir con sus padres.
Judá reconoció que eran suyos y dijo: ―Ella es más justa que yo, porque yo no quise cumplir mi promesa de darle a mi hijo Selá por esposo. Por su parte, Judá nunca más volvió a tener relaciones sexuales con ella.
Judá tuvo tres hijos de una mujer de Canaán, hija de Súaj, que fueron: Er, Onán y Selá. Pero el hijo mayor, Er, era tan malvado que el Señor le quitó la vida.
Tribu de Judá: 76.500. Esta tribu estaba formada por los siguientes clanes, cuyos nombres corresponden a los hijos de Judá. Entre ellos no se incluyen Er ni Onán, que murieron en la tierra de Canaán: Los selaítas, descendientes de Selá. Los faresitas, descendientes de Fares. Los zeraítas, descendientes de Zera. Este censo además incluyó los subclanes de Fares: Los jezronitas, descendientes de Jezrón. Los jamulitas descendientes de Jamul.