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Ezequiel 10:1 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

1 Repentinamente un trono hecho de hermosos zafiros azules apareció en el cielo encima de las cabezas de los seres alados, también llamados querubines.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

1 Miré, y he aquí en la expansión que había sobre la cabeza de los querubines como una piedra de zafiro, que parecía como semejanza de un trono que se mostró sobre ellos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 En mi visión, vi que, por encima de la superficie de cristal que estaba sobre las cabezas de los querubines, había algo que parecía un trono de lapislázuli.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 En ese momento vi que en la plataforma, por encima de los querubines, había una piedra de zafiro en forma de trono.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Entonces miré, y he aquí, encima del firmamento que había sobre la cabeza de los querubines, aparecía como una piedra de zafiro, que tenía la semejanza de un trono.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Miré y vi que, sobre la plataforma situada por encima de la cabeza de los querubines, había una piedra como de zafiro, que tenía la apariencia de un trono que sobresalía.

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Ezequiel 10:1
27 Referans Kwoze  

Pero el Señor pensó: «¿Le ocultaré a Abraham lo que estoy pensando hacer?


Abraham levantó la mirada y vio que tres hombres se dirigían hacia él. Se levantó de un salto y corrió al encuentro de ellos. Se inclinó hasta tocar el suelo con su frente,


Dos de los varones siguieron su camino hacia Sodoma, pero el Señor se quedó con Abraham por un momento. Entonces Abraham se le acercó y le dijo: ―¿Vas a exterminar juntamente al justo con el malvado?


Entonces Abraham dijo: ―Es atrevimiento mío hablarte así mi Señor, pero permíteme continuar: Supongamos que haya solamente veinte. Y el Señor le contestó: ―No destruiría la ciudad, por amor a los veinte.


Después de haber expulsado al hombre y a la mujer, Dios puso al oriente del jardín de Edén a los querubines, y una espada encendida que giraba en todas las direcciones, para evitar que nadie pudiera llegar hasta el árbol de la vida.


A aquel lugar Jacob le puso Peniel (rostro de Dios), porque dijo: «Vi a Dios cara a cara y me dejó con vida».


Cabalgando en querubines surcó los cielos sobre las alas del viento.


y vieron al Dios de Israel parado sobre una especie de pavimento hecho con piedras de zafiro, tan puro como el cielo.


Mucho tiempo después, el Señor me dijo: Vuelve al río y saca el cinturón.


Entonces el Señor dijo: Esto muestra la forma en que pudriré el orgullo de Judá y de Jerusalén.


Ezequiel, hijo de Buzí, era un sacerdote que vivía con los exiliados judíos junto al río Quebar, en Babilonia. El recibió de parte de Dios visiones que le mostraban lo que acontecería en los próximos meses y años.


Estos eran los seres vivientes que yo había visto debajo del Dios de Israel al lado del río Quebar. Yo sabía que eran los mismos,


Los querubines desplegaron sus alas y se alzaron en el aire con sus ruedas junto a ellos, y la magnífica presencia del Dios de Israel estaba sobre ellos.


Justo en ese momento el hombre vestido de lino que llevaba el tintero de escribano vino a dar su informe diciendo: «He terminado la tarea que me encomendaste».


Subiré a la torre de vigilancia y me quedaré ahí a la espera de la respuesta que Dios dará a mi queja.


A Dios nadie lo ha visto nunca; pero el Hijo único, que es Dios mismo y siempre está en unión con el Padre, nos ha enseñado cómo es, para que así lo podamos conocer.


con que Dios levantó a Cristo de entre los muertos y lo sentó a su derecha en la gloria.


«Jericó, su rey, y todos sus guerreros ya están derrotados, porque los he entregado en tus manos.


que subió al cielo y tomó su lugar a la derecha de Dios. A él, a Jesucristo, están sometidos los ángeles y todos los seres espirituales que tienen autoridad y poder.


En medio de los candeleros estaba un personaje muy parecido al Hijo del hombre, vestido de un manto que le llegaba hasta los pies, y ceñido al pecho con una banda de oro.


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