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Éxodo 28:20 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

20 En la cuarta, un berilo, un ónice y un jaspe. Todas estarán engastadas en oro.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

20 la cuarta hilera, un berilo, un ónice y un jaspe. Todas estarán montadas en engastes de oro.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

20 La cuarta hilera estará formada por un berilo azul y verde, un ónice y un jaspe verde. Todas estas piedras estarán incrustadas en filigranas de oro.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

20 en la cuarta, el crisólito, el ónix y el berilo. Estarán engastadas en oro.

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La Biblia Textual 3a Edicion

20 Y la cuarta hilera: un berilo, un ónice y un jaspe. Estarán montadas en engastes de oro.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

20 y un crisólito, un ónice y un jaspe en la cuarta. Todas estas piedras irán engastadas en oro.

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Éxodo 28:20
9 Referans Kwoze  

En la tercera, un jacinto, un ágata y una amatista.


Cada piedra representará una tribu de Israel, y el nombre de cada tribu será grabado en cada piedra como un sello.


Barras de oro incrustadas de topacio son sus brazos; su cuerpo es marfil reluciente incrustado de zafiro.


Las ruedas parecían como si fueran hechas de ámbar pulido, y cada una estaba construida con una segunda rueda cruzada por adentro.


Cada uno de los cuatro querubines tenía una rueda junto a él, Las Ruedas que Giran, como las oí llamar, pues cada una tenía una segunda rueda cruzada adentro, resplandeciente como el crisolito, con un color verde amarillo. Debido a la construcción de estas ruedas, los querubines podían ir hacia adelante en cada una de las cuatro direcciones; no se volvían atrás cuando cambiaban de dirección puesto que podían desplazarse a cualquiera de las cuatro direcciones a las que sus caras miraban. Cada una de las cuatro ruedas estaba cubierta de ojos, ¡incluyendo las llantas y los rayos!


Su cuerpo brillaba como topacio; su cara resplandecía como el relámpago y sus ojos eran como antorchas de fuego; sus brazos y pies brillaban como el bronce pulido, y su voz era como el rugido de una vasta multitud de gente.


Brillaba con la gloria de Dios, resplandecía como piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como el cristal.


El que estaba sentado fulguraba como lustroso diamante o reluciente rubí. Alrededor del trono había un arco iris brillante como la esmeralda,


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