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Deuteronomio 4:9 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

9 Pero ¡cuidado! No olviden jamás lo que Dios hace por ustedes. Cuenten a sus hijos y a sus nietos los gloriosos milagros que él ha hecho.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

9 Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 »¡Pero cuidado! Asegúrate de nunca olvidar lo que viste con tus propios ojos. ¡No dejes que esas experiencias se te borren de la mente mientras vivas! Y asegúrate de transmitirlas a tus hijos y a tus nietos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Pero ¡fíjate bien! Ten mucho cuidado de no olvidarte de estas cosas que tus ojos han visto. Guárdalas en tu interior todos los días de tu vida, y repíteselas a tus hijos y a tus nietos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Por tanto, guárdate a ti mismo, y guarda mucho tu alma. No olvides las cosas que vieron tus ojos, ni se aparten de tu corazón en todos los días de tu vida. Las enseñarás a tus hijos y a los hijos de tus hijos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Por tanto, guárdate y cuídate mucho de no olvidar las cosas que han visto tus ojos, ni dejes que se aparten de tu corazón en todos los días de tu vida y se las enseñarás a tus hijos y a los hijos de tus hijos.

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Deuteronomio 4:9
47 Referans Kwoze  

Estoy seguro de que enseñará a sus descendientes a obedecerme, de modo que cuando él muera ellos continúen practicando la justicia y la honestidad. Yo, por mi parte, le cumpliré a Abraham todo lo que le he prometido».


He atesorado tu palabra en mi corazón, para no pecar contra ti.


Y ahora que estoy viejo y canoso, no me abandones, oh Dios. Déjame contarle a esta nueva generación, y a los que vienen después de mí, de todos tus poderosos milagros.


Un día podrán ustedes contarles a sus hijos y a sus nietos las cosas increíbles que estoy haciendo en Egipto. Les contarán cómo destruí a los egipcios, y cómo demostré que yo soy el Señor».


»Obedezcan todas estas cosas, y recuerden que no deben ni siquiera mencionar el nombre de otro dios.


Hijo mío, escucha las correcciones de tu padre y no rechaces las enseñanzas de tu madre.


Hijo mío, dame tu corazón y que tus ojos se deleiten en mis caminos de sabiduría.


Hijo mío, sé prudente y no pierdas de vista la discreción,


Hijo mío, obedece mis palabras y atesora mis mandamientos.


Los vivientes, sólo ellos, pueden alabarte como lo hago yo este día. Una generación da a conocer tu fidelidad a la siguiente.


Ven y comprenden lo bueno, pero no hacen caso, no lo ponen por obra; oyen, pero no quieren entender.


El Señor dice: Sigan la instrucción del Señor para que vivan; no hagan trabajo innecesario el sábado, sino respétenlo como día apartado. Este mandamiento di a sus antepasados,


Por eso, pongan mucha atención, pues al que tiene, se le dará más; pero al que no tiene, aun lo que cree tener se le quitará».


Y en cuanto a ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos. Más bien edúquenlos como quiere el Señor, con disciplina y consejos.


Enséñenselos a sus hijos. Hablen de ellos cuando estén sentados en su casa, cuando estén afuera caminando, a la hora de acostarse, y al levantarse.


»Estas son las leyes que debes obedecer cuando llegues a la tierra que el Señor, el Dios de tus padres, te ha dado para siempre:


Lo comerás con pan sin levadura. Deberás comer pan sin levadura durante siete días, en memoria del pan que comiste cuando escapaste de Egipto. Esto es para que te acuerdes que saliste de Egipto con tal prisa que no hubo tiempo de leudar el pan. Conmemorarás ese día todo el resto de tu vida.


Esa copia de la ley deberá estar continuamente cerca de su mano. Deberá leer ella todos los días de su vida para que aprenda a respetar al Señor su Dios y a guardar sus mandamientos.


»Hay secretos que el Señor nuestro Dios no nos ha revelado, pero estas palabras que ha revelado son para que nosotros y nuestros hijos las obedezcamos para siempre.


»Escribe, pues, las palabras de este cántico y enséñaselo al pueblo de Israel como advertencia mía.


Moisés hizo estos comentarios: «Mediten sobre las leyes que les he dado en este día, y háganlas conocer a sus hijos.


Cuéntenles especialmente acerca del día en que estuvieron delante del Señor en el monte Horeb, y él me dijo: “Reúne al pueblo delante de mí, y yo les enseñaré, para que aprendan a obedecerme y también para que les enseñen estas leyes a sus hijos”.


»Pero ¡cuidado! Ustedes no vieron la figura de Dios el día en que les habló desde el fuego en el monte Horeb,


Cuídense de no quebrantar el pacto del Señor su Dios. Si se fabrican ídolos, lo estarán quebrantando, porque el Señor, el Dios de ustedes, lo ha prohibido.


no olvides jamás que el Señor te sacó de Egipto, tierra de esclavitud.


El propósito es que ustedes, sus hijos y nietos, obedezcan al Señor su Dios en todo. ¡Esa es la manera en que ustedes lo honrarán! Como resultado, vivirán muchos años llenos de prosperidad.


»En el futuro, cuando tus hijos te pregunten cuál es el propósito de todos estos mandamientos que el Señor nuestro Dios nos ha dado,


Debes enseñarlos a tus hijos y hablar de ellos cuando estás en casa o cuando caminas con ellos; al acostarte y al levantarte.


»¡No olvides al Señor tu Dios, y no dejes de obedecer todos sus mandamientos!


caigas en el orgullo y te olvides del Señor tu Dios que te sacó de la esclavitud en la tierra de Egipto. Por eso, ten mucho cuidado, ¡no te olvides del Señor tu Dios,


Por lo tanto, es necesario que prestemos más atención al mensaje que hemos oído, no sea que nos extraviemos.


¿cómo escaparemos nosotros si descuidamos esta gran salvación? El Señor anunció primero esta salvación y luego nos fue confirmada por los que la oyeron.


Date cuenta de que su fe iba acompañada de sus acciones, y por medio de sus acciones su fe llegó a ser perfecta.


Josué explicó nuevamente el propósito de las piedras: «En el futuro, cuando sus descendientes pregunten “por qué están aquí estas piedras, y qué significan”,


Vuélvete a lo que oíste y creíste al principio; guárdalo firmemente y arrepiéntete. Si no lo haces, iré a ti como ladrón, cuando menos lo esperes.


El pueblo de Israel hizo lo malo delante de los ojos de Dios, porque se volvieron contra el Señor su Dios y adoraron a Baal y a los ídolos de Aserá.


Ya no consideraban al Señor como su Dios, aunque él los había salvado de todos sus enemigos en todas sus fronteras.


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