Daniel 6:22 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

²² Mi Dios ha enviado su ángel para cerrar las fauces de los leones para que no pudieran tocarme; pues soy inocente ante Dios, y no he hecho mal a nadie.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

²² Mi Dios envió su ángel, el cual cerró la boca de los leones, para que no me hiciesen daño, porque ante él fui hallado inocente; y aun delante de ti, oh rey, yo no he hecho nada malo.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²² Mi Dios envió a su ángel para cerrarles la boca a los leones, a fin de que no me hicieran daño, porque fui declarado inocente ante Dios y no he hecho nada malo en contra de usted, su majestad.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²² Mi Dios me envió a su ángel, quien cerró las fauces de los leones, los que ni siquiera me han tocado porque fui hallado inocente ante él, y ante ti, oh rey, también soy inocente'.

La Biblia Textual 3a Edicion

²² Mi Dios ha enviado a su ángel, el cual cerró la boca de los leones para que no me hicieran daño, porque ante Él fui hallado inocente, como también lo fui ante ti, oh rey, pues no te he causado perjuicio alguno.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²² Daniel contestó al rey: '¡Viva el rey eternamente!

Daniel 6:22 Referans Kwoze

Génesis 40:15

Yo soy un hebreo que fue raptado de su tierra, y ahora estoy en la cárcel sin haber hecho nada para merecer este castigo.

2 Samuel 22:7

Pero en mi angustia invoqué al Señor, y él me oyó desde su templo. ¡Mi clamor llegó a sus oídos!

1 Reyes 13:28

El anciano profeta salió, y encontró el cuerpo del profeta tirado en el camino, y el burro y el león estaban aún parados junto a él, porque el león no se había comido el cuerpo ni atacado al burro.

2 Crónicas 32:21

y el Señor les envió un ángel que destruyó al ejército asirio con todos sus oficiales y generales. Senaquerib regresó a su tierra profundamente avergonzado. Cuando entró al templo de su dios, sus propios hijos lo mataron allí.

Salmos 118:28

Tú eres mi Dios, y te alabaré. Tú eres mi Dios, y te exaltaré.

Salmos 26:6

En prueba de mi inocencia me lavo las manos y me pongo ante tu altar,

Salmos 31:14

Pero yo confío en ti, Señor y digo: Tú eres mi Dios.

Salmos 34:7

Porque el ángel del Señor acampa alrededor de todos los que le temen y los libra.

Salmos 38:21

No me dejes, Señor; ¡no te vayas!

Salmos 84:11

Porque el Señor es nuestra luz y nuestra protección. Él nos da gracia y gloria. Ningún bien se les negará a quienes hagan lo que es justo.

Isaías 3:10

Pero todo le saldrá bien al justo. Díganle: «¡Qué hermosa recompensa te espera!».

Isaías 63:9

y los libró de todas sus aflicciones. No fue ningún enviado del Señor, sino que él en persona, motivado por su amor y piedad, los redimió, los levantó y los condujo todos aquellos años antiguos.

Jeremías 37:18

Entonces Jeremías planteó la cuestión de su encarcelamiento: ―¿Qué hice yo para merecer esto? —le preguntó al rey—. ¿Qué delito he cometido? Dime lo que haya hecho contra ti, tus oficiales o el pueblo.

Daniel 3:28

Entonces Nabucodonosor dijo: «Digno de todo elogio sea el Dios de Sadrac, Mesac y Abednego, pues envió su ángel para librar a sus servidores que confiaron en él y desobedecieron la orden del rey, y estaban dispuestos a morir antes que servir o rendir homenaje a cualquier dios que no fuera el de ellos.

Daniel 6:20

y llamó con voz angustiada: ―¡Oh Daniel, servidor del Dios viviente!, ¿pudo tu Dios, a quien eres fiel siempre, librarte de los leones?

Daniel 6:23

El rey se puso muy contento y ordenó que Daniel fuera sacado del foso. Y no se encontró siquiera un rasguño en él, porque había confiado en su Dios, quien lo protegió.

Daniel 6:4

Entoces los otros superintendentes y gobernadores comenzaron a buscar alguna falla en la forma en que Daniel manejaba los asuntos del gobierno para así denunciarlo al rey. Pero no podían encontrar nada digno de crítica en él. Era fiel y honesto, y muy responsable.

Daniel 6:7

Nosotros, los superintendentes, gobernadores, consejeros y oficiales hemos decidido que Su Majestad envíe una ley, estableciendo que todo aquel que en el término de treinta días hiciera petición alguna a quienquiera que sea, dios u hombre, fuera de usted, oh rey, sea arrojado a los leones.

Miqueas 7:7

Pero yo he puesto toda mi confianza en el Señor; yo confío en que Dios me salvará de cualquier peligro, y estoy seguro que siempre escucha mis ruegos.

Números 20:16

Pero cuando clamamos al Señor, él nos oyó y envió un ángel que nos sacó de Egipto, y ahora estamos en Cades acampados en los límites de tu tierra.

Mateo 27:46

Cerca de las tres, Jesús gritó: ―Elí, Elí ¿lama sabactani? (Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?)

Hechos 12:11

Fue entonces cuando Pedro comprendió la realidad: «No cabe duda», se dijo. «El Señor ha enviado a su ángel a salvarme de Herodes y de lo que los judíos esperaban hacer conmigo».

Hechos 24:16

Por eso trato de que mi conciencia esté siempre limpia delante de Dios y de los hombres.

Hechos 27:23

Anoche se me apareció un ángel de Dios, el Dios al que sirvo y al que pertenezco.

2 Corintios 1:12

Con gran satisfacción y sinceridad podemos afirmar que siempre hemos dependido de la gracia del Señor y no de nuestra sabiduría y que siempre hemos sido puros y sinceros en el mundo, especialmente en cuanto a la forma en que nos hemos comportado con ustedes.

2 Timoteo 4:17

Pero el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas para predicar el mensaje que todos oyeron. Dios me libró de la boca del león.

Hebreos 1:14

¿Acaso no se dedican todos los ángeles a servir a Dios?, ¿acaso no los envía Dios para que ayuden a los que recibirán la salvación?

Hebreos 11:33

Ellos, por la fe, conquistaron reinos, hicieron justicia y recibieron lo que se les prometió, cerraron bocas de leones,

1 Samuel 17:37

El Señor que me salvó de las garras del león y del oso, me salvará también de este filisteo. Saúl finalmente aceptó. ―Bien, ve —le dijo—, y que el Señor te acompañe.

1 Samuel 26:18

¿Por qué me persigues? ¿Qué he hecho? ¿Cuál es mi delito?