13 Entonces Daniel fue traído delante del rey. Y dijo el rey a Daniel: ¿Eres tú aquel Daniel de los hijos de la cautividad de Judá, que mi padre trajo de Judea?
13 Entonces trajeron a Daniel delante del rey y el rey le preguntó: —¿Eres tú ese Daniel, uno de los cautivos traídos de Judá por mi antecesor, el rey Nabucodonosor?
13 Trajeron pues a Daniel a la presencia del rey. El rey tomó la palabra y le dijo: '¿Eres tú Daniel, uno de los desterrados que mi padre trasladó desde Judea?'
13 Entonces Daniel fue conducido ante el rey. Y dijo el rey a Daniel: ¿Eres tú aquel Daniel de los hijos de la cautividad de Judá, que mi padre trajo de Judea?
13 Fue entonces llevado Daniel a la presencia del rey y el rey, tomando la palabra, le dijo a Daniel: '¿Eres tú Daniel, de los deportados de Judá, que el rey, mi padre, trajo de Judea?
Este fue el plan que se siguió: El sacerdote Esdras y algunos jefes de familia fueron designados como jueces para resolver cada caso. Comenzaron la tarea el primer día del mes décimo, y el primer día del mes primero ya habían resuelto todos los casos de quienes se habían casado con mujeres extranjeras.
Luego se anunció, en las ciudades de Judá y en Jerusalén, que todos los que habían regresado del cautiverio debían reunirse en Jerusalén, en un plazo de tres días. Además, los jefes y los consejeros del pueblo acordaron que a cualquiera que se negara a venir se le quitarían sus bienes y se le expulsaría de la comunidad de los que habían regresado del cautiverio.
El Señor le permitió que venciera sobre Joacim, el rey de Judá. Al volver a Babilonia, se llevó algunas de las copas sagradas del templo de Dios, y las colocó en la casa del tesoro de sus dioses, en la región de Sinar.
Arioc llevó a Daniel apresuradamente ante el rey y le dijo: ―¡He encontrado a uno de los judíos cautivos que puede darle a Su Majestad la interpretación del sueño!
Entonces el rey le dio a Daniel un alto rango y muchos regalos costosos y lo nombró gobernador de toda la provincia de Babilonia, además de jefe sobre todos sus sabios del reino.
pues hay un hombre en su reino que tiene el espíritu de los dioses santos. En los días de su padre, este hombre demostró estar tan lleno de sabiduría y entendimiento como si él mismo fuera un dios. Y en el reinado del rey Nabucodonosor él fue hecho jefe de todos los magos, astrólogos y adivinos de Babilonia.
Mientras Belsasar estaba bebiendo, ya bajo los efectos del vino, ordenó que trajeran las copas de oro y plata que habían sido robadas del templo en Jerusalén durante el reinado de Nabucodonosor, para que bebieran en ellas él, sus esposas y concubinas, y los nobles de su reino.
Entonces le contaron al rey: ―Pues Daniel, uno de los cautivos judíos, no está prestando ninguna atención ni a usted ni a esta ley. Por el contrario, él está solicitando favores a su Dios tres veces al día.
»Luego me debilité y estuve enfermo durante varios días. Después me levanté y reanudé mis actividades y cumplí con mis deberes hacia el rey. Pero estaba muy preocupado por el sueño y no lo comprendía del todo».