Apocalipsis 3:19 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

¹⁹ Como yo disciplino y castigo a los que amo, tendré que castigarte si no abandonas esa indiferencia y te arrepientes.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹⁹ Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁹ Yo corrijo y disciplino a todos los que amo. Por lo tanto, sé diligente y arrepiéntete de tu indiferencia.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁹ Yo reprendo y corrijo a los que amo. Vamos, anímate y conviértete.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁹ Yo reprendo y disciplino a todos los que amo,° sé pues fervoroso, y arrepiéntete.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁹ Yo, a los que amo, los reprendo y castigo. ¡Anímate, pues, y conviértete!

Apocalipsis 3:19 Referans Kwoze

2 Samuel 7:14

Yo seré su Padre y él será mi hijo. Si él me falla, yo lo castigaré como un padre castiga a su hijo,

Job 5:17

»¡Dichoso el hombre a quien Dios corrige! Cuando peques, no menosprecies el castigo del Señor.

Salmos 39:11

Cuando lo castigas por sus pecados, el ser humano queda destruido, pues es tan frágil como trapo roído de polilla; sí, la existencia humana es como un soplo.

Salmos 6:1

¡No, Señor! ¡no me castigues cuando estés enojado; no me reprendas en tu furor!

Salmos 69:9

Mi celo por tu casa arde como un fuego dentro de mí, tus enemigos me injurian como te injurian a ti.

Salmos 94:10

Él castiga a las naciones; ¿no los castigará a ustedes también? Él lo sabe todo; ¿no sabrá también lo que están naciendo?

Proverbios 15:10

El que abandona el camino de la justicia será castigado; el que aborrece la corrección morirá.

Proverbios 15:32

El que rechaza la corrección se daña él mismo; el que atiende la reprensión gana entendimiento.

Proverbios 22:15

La necedad es parte del corazón juvenil, pero la vara de la disciplina la corrige.

Isaías 26:16

Señor, angustiados te buscaron. Cuando les llegó tu castigo, entonces exhalaron su temerosa oración.

Jeremías 10:24

Yo sé que por eso me corriges, Señor, pero hazlo con suavidad, te lo ruego. No me corrijas con brusquedad, pues moriría.

Jeremías 2:30

Castigué a sus hijos pero nada les aprovechó: aún no quieren obedecer. Y ustedes mismos han matado a mis profetas como el león que mata su presa.

Jeremías 30:11

porque yo estoy con ustedes y los libraré de cualquier peligro, dice el Señor. Aunque destruya totalmente a las naciones en donde los he esparcido, no los exterminaré a ustedes; los castigaré, es cierto, no se librarán del castigo, para que les sirva de corrección.

Jeremías 31:18

He oído los gemidos de Efraín: «Gravemente me has castigado; pero yo lo necesitaba, así como hay que amansar al ternero para el yugo. ¡Vuélveme otra vez a ti y restáurame, pues sólo tú eres el Señor, mi Dios!

Jeremías 7:28

Diles: ¡Esta es la nación que se niega a obedecer al Señor Dios suyo y rehúsa recibir enseñanza; la que persevera practicando la maldad!

Sofonías 3:2

En su soberbia no quiere oír la voz de Dios. Nadie puede decirle nada; rechaza toda corrección. Ella ya no confía en el Señor, ni busca ser fiel a su Dios.

Mateo 25:7

Las muchachas saltaron a arreglar las lámparas,

Juan 2:17

Sus discípulos entonces recordaron que la Escritura dice: «El celo que tengo por tu casa me está consumiendo».

Romanos 12:11

No sean perezosos; sirvan al Señor con el entusiasmo que da el Espíritu.

1 Corintios 11:32

Pero el Señor nos juzga y disciplina para que no seamos condenados con el resto del mundo.

2 Corintios 6:9

Aunque todo el mundo nos conoce, nos tratan como a desconocidos; arriesgamos la vida, pero estamos vivos; nos han golpeado, pero sobrevivimos.

2 Corintios 7:11

¿Se dan cuenta de lo provechosa que fue para ustedes la tristeza que les envió el Señor? Ya no se encogen de hombros, como hacían antes, sino que actuaron rápido, me defendieron y se indignaron. Temerosos por lo que había sucedido, ansiaron que fuera a ayudarlos. Pero, sin perder tiempo, afrontaron el problema y lo resolvieron castigando al que pecó. Así demostraron que no fue culpa de ustedes.

Gálatas 4:18

No hay nada malo en que muestren interés por los demás, siempre que lo hagan con buenas intenciones. Y tampoco en que sea siempre y no sólo cuando estoy con ustedes.

Deuteronomio 8:5

Así podrás comprender que como un padre disciplina a sus hijos, el Señor te disciplina para ayudarte.

Tito 2:14

Él se entregó a la muerte por nosotros para poder rescatarnos de todas nuestras iniquidades y convertirnos en un pueblo que fuera suyo, dedicado a hacer el bien.

Santiago 1:12

Dichoso el que permanece firme durante la prueba, porque cuando la supera, recibe la corona de la vida que Dios ha prometido a los que lo aman.

Apocalipsis 2:5

Recuerda de dónde has caído, arrepiéntete y trabaja como lo hacías antes. Si no lo haces, vendré y quitaré tu candelero de su lugar.