Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt
- Piblisite -





2 Tesalonicenses 1:10 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

10 Así será cuando venga en aquel día a recibir honra y admiración de su pueblo, de sus santos. Ustedes estarán entonces con él, porque creyeron el mensaje que les llevamos.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

10 cuando venga en aquel día para ser glorificado en sus santos y ser admirado en todos los que creyeron (por cuanto nuestro testimonio ha sido creído entre vosotros).

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Aquel día cuando él venga, recibirá gloria de su pueblo santo y alabanza de todos los que creen. Esto también los incluye a ustedes, porque creyeron lo que les dijimos acerca de él.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Vendrá aquel día para ser glorificado en la persona de sus santos y para que todos admiren su obra en los que creyeron, entre los que están ustedes, que acogieron nuestro testimonio.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

10 cuando venga para ser glorificado por sus santos, y ser admirado en aquel día entre todos los que creyeron (por cuanto nuestro testimonio fue creído entre vosotros).

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 cuando venga, aquel día, a recibir la gloria en medio de su pueblo santo y a ser admirado por todos los que creyeron, pues de hecho vosotros creísteis en nuestro testimonio.

Gade chapit la Kopi




2 Tesalonicenses 1:10
40 Referans Kwoze  

En su santuario, Dios es imponente. El Dios de Israel da fuerza y gran poder a su pueblo. ¡Bendito sea Dios!


Los poderes angelicales más altos se quedan temerosos ante Dios; él es más asombroso que ninguno de los que rodea su trono.


porque el día viene en que sus altivas miradas serán humilladas; sólo el Señor será exaltado.


Yo hice a Israel para mí, y algún día este pueblo mío me honrará ante el mundo.


¡Canta, oh cielo, porque el Señor ha hecho esta obra admirable! ¡Clama, oh tierra, prorrumpan en canción montañas y selvas y todo árbol porque el Señor redimió a Jacob y su gloria es Israel!


Él me dijo: «Tú eres mi siervo, pueblo de Israel, y estoy muy orgulloso de ti».


Todo los habitantes de Jerusalén practicarán la justicia y poseerán por siempre la tierra, porque aquí los plantaré con mis propias manos, y así se manifestará mi gloria.


Entonces esta ciudad será honra para mí, me dará gozo y será para mí fuente de reconocimiento y gran fama ante todas las naciones de la tierra. Los pueblos del mundo verán el bien que le hago a mi pueblo y estarán asombrados de todos los bienes que les concederé a Judá e Israel.


«Ellos serán para mí como el tesoro más precioso. En el día del juicio los perdonaré, así como el padre perdona al hijo que le respeta y honra.


No se puede maldecir a Jacob, y no hay magia que pueda hacer algo en su contra. Porque ahora se dirá de Israel: ¡Qué maravillas ha hecho Dios por ellos!


Yo, el Hijo del hombre, vendré con los ángeles en la gloria de mi Padre y juzgaré a cada persona según sus obras.


Y algunos de los que están aquí ahora mismo no morirán sin verme venir en mi reino.


»Ahora bien, nadie, ni siquiera los ángeles, sabe el día ni la hora del fin. Sólo el Padre lo sabe.


»Cuando yo, el Hijo del hombre, venga en todo mi esplendor junto con los ángeles, me sentaré en mi trono de gloria


El día del juicio muchos me dirán: “Señor, nosotros predicamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios y realizamos muchísimos milagros”.


Ciertamente, en aquel día, el castigo de este pueblo será peor que el castigo de Sodoma.


Jesús oyó esto y dijo: ―Esta enfermedad no terminará en muerte, sino que servirá para darle la gloria a Dios, y para que también le den la gloria al Hijo de Dios.


Todo lo que yo tengo es tuyo, y todo lo que tú tienes es mío; y por medio de ellos se muestra mi gloria.


Todo lo que les dije de Cristo se ha confirmado en ustedes,


El día del juicio se sabrá qué material han empleado los constructores. Cada obra será pasada por fuego, para que se sepa la calidad del trabajo de cada uno.


Y glorificaban a Dios a causa de mí.


Lo hizo porque desea que nosotros, que fuimos los primeros en esperar al Mesías, celebremos su gloria.


La presencia del Espíritu Santo en nosotros es como el sello de garantía de que Dios nos dará nuestra herencia. Además, significa que Dios ya nos ha comprado y que nos salvará hasta el final. Todo esto lo hizo para que le alabemos y le demos a él la gloria.


Pido también que ilumine sus corazones para que sepan cuál es la esperanza a la que los llamó y qué enorme es la riqueza de la herencia que él ha dado a los que son suyos.


Esto fue para que le demos la gloria a Dios por la extraordinaria gracia que nos mostró por medio de su amado Hijo.


Esto lo hizo para demostrar a las generaciones venideras la incomparable riqueza de su amor, que en su bondad derramó sobre nosotros por medio de Cristo Jesús.


Esto es así para que todos los poderes y autoridades en los cielos conozcan ahora la sabiduría de Dios, que se deja ver de tantas formas, al observar la iglesia.


y le pido que de sus gloriosas riquezas los fortalezca interiormente por medio de su Espíritu.


Esto lo sabemos porque cuando les anunciamos el evangelio, les llegó no sólo con palabras sino también con el poder del Espíritu Santo y con una gran seguridad. Ustedes saben que cuando estuvimos entre ustedes buscamos sólo su bien.


Hermanos, ustedes saben bien que la visita que nosotros les hicimos no fue en vano.


Los hemos animado y consolado y hemos insistido en que vivan como lo hacen los que son de Dios, que es el que los llama a compartir su reino y su gloria.


Por eso, no dejamos de dar gracias a Dios, pues cuando les predicamos la palabra de Dios, ustedes la oyeron y la aceptaron, no como si fuera palabra de hombres, sino como lo que realmente es: palabra de Dios. Y esta palabra los transforma a ustedes los creyentes.


De esta manera, el nombre de nuestro Señor Jesús será honrado por causa de ustedes, y él los honrará conforme al gran amor de nuestro Dios y Señor Jesucristo.


En cambio, nosotros tenemos que dar siempre gracias a Dios por ustedes, hermanos amados del Señor, porque Dios determinó desde el principio escogerlos para ser salvos. Esto mediante la acción del Espíritu Santo que los hace santos y la fe que han depositado en la verdad.


No hay duda alguna de que lo que Dios ha revelado acerca de nuestra fe es muy grande: Cristo vino a la tierra como hombre, fue declarado inocente por el Espíritu, fue visto por los ángeles, fue predicado entre las naciones, creído en el mundo y recibido en la gloria.


Por ese motivo padezco estos sufrimientos. Mas no me avergüenzo, porque sé en quién he creído, y estoy seguro de que puede guardar lo que le he encomendado hasta el día de su retorno.


Que el Señor le conceda hallar misericordia delante de Dios en aquel día. Tú sabes mejor que yo lo mucho que me ayudó en Éfeso.


Por lo demás, me espera la corona de justicia que el Señor, juez justo, me dará en aquel gran día. Y no sólo a mí, sino a todos los que con amor esperan su venida.


Pero ustedes son una familia escogida, son sacerdotes reales y son una nación santa. Son un pueblo que Dios compró para que anuncien sus obras extraordinarias; él fue quien los llamó de las tinieblas a su luz maravillosa.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite