2 Crónicas 6:34 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008
34 »Si tu pueblo sale bajo tu mando a pelear contra sus enemigos, y oran en dirección de esta ciudad de Jerusalén que tú has elegido, y de este templo que hemos construido a tu nombre,
34 Si tu pueblo saliere a la guerra contra sus enemigos por el camino que tú les enviares, y oraren a ti hacia esta ciudad que tú elegiste, hacia la casa que he edificado a tu nombre,
34 »Si tu pueblo sale a donde tú lo envías a luchar contra sus enemigos, y si ora a ti en dirección a esta ciudad que has escogido y hacia este templo que yo he construido para honrar tu nombre,
34 Si tu pueblo va a la guerra contra tus enemigos por el camino que tú le envías, si rezan a ti, vueltos hacia esta ciudad que tú has elegido, y hacia la Casa que yo he construido a tu nombre,
34 Cuando tu pueblo salga a la batalla contra sus enemigos, cualquiera sea el camino en que los envíes, y oren a ti hacia esta ciudad que has escogido, y hacia la Casa que he construido para tu Nombre,
34 Cuando tu pueblo salga a combate contra sus enemigos por el camino que tú le señalares, y dirijan a Yahveh sus plegarias vueltos hacia esta ciudad que tú elegiste y hacia este templo que he construido para tu nombre,
De modo que cuando los capitanes de los carros de combate sirios vieron a Josafat, rey de Judá, en sus ropas de gala, lo rodearon para atacarlo, por cuanto suponían que él era el hombre que debían tomar prisionero. Pero Josafat clamó al Señor para que lo salvara, y el Señor hizo que los cocheros vieran su error, y lo dejaran libre.
óyelos desde el cielo donde tú vives, y concédeles lo que te pidan. Así todos los pueblos de la tierra se enterarán de tu fama y te reverenciarán como lo hace tu pueblo Israel; y sabrán que este templo lo he construido para honrar tu nombre.
¿Y qué les diremos a los cronistas? Díganles que el Señor fundó a Jerusalén y él ha resuelto que los pobres de entre su pueblo hallen refugio dentro de sus muros.
Pero aunque Daniel lo supo, se fue a su hogar y se arrodilló como de costumbre en su dormitorio en la planta alta, con sus ventanas abiertas hacia Jerusalén, y oró tres veces al día, tal como siempre lo había hecho, dando gracias a su Dios.