Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





2 Crónicas 32:22 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

22 De esta manera el Señor salvó a Ezequías y al pueblo de Jerusalén. Y por fin hubo paz en su reino.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

22 Así salvó Jehová a Ezequías y a los moradores de Jerusalén de las manos de Senaquerib rey de Asiria, y de las manos de todos; y les dio reposo por todos lados.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

22 Así es como el Señor libró a Ezequías y al pueblo de Jerusalén del rey Senaquerib de Asiria y de todos los demás que los amenazaban. Entonces hubo paz por todo el país.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

22 Así salvó Yavé a Ezequías y a los habitantes de Jerusalén de la mano de Senaquerib, rey de Asur, y de la mano de todos sus enemigos, y les dio paz por todos lados.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

22 Así salvó YHVH a Ezequías y a los habitantes de Jerusalem de mano de Senaquerib rey de Asiria, y de mano de cualquier otro, y les concedió reposo por todas partes.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

22 Así salvó Yahveh a Ezequías y a los habitantes de Jerusalén de las manos de Senaquerib, rey de Asiria, y de las manos de todos los demás. Y les dio paz en todas sus fronteras.

Gade chapit la Kopi




2 Crónicas 32:22
16 Referans Kwoze  

»”Pueblo mío, Judá, que has sobrevivido; volverás a echar profundas raíces en la tierra y producirás fruto para el Señor.


y el Señor les envió un ángel que destruyó al ejército asirio con todos sus oficiales y generales. Senaquerib regresó a su tierra profundamente avergonzado. Cuando entró al templo de su dios, sus propios hijos lo mataron allí.


Porque tú das la victoria a los reyes. Tú eres el que rescatará a tu siervo David.


Este Dios es nuestro Dios por los siglos de los siglos. Él será, nuestro guía hasta que muramos.


Seguirás guiándome toda mi vida con tu sabiduría y consejo; y después me recibirás en la gloria.


Porque el Señor es nuestro juez, nuestro legislador y nuestro rey. Él nos cuidará y nos librará.


Yo, el Señor, los guiaré de continuo, y les daré de comer en el desierto y siempre tendrán fuerzas. Serán como huerto bien regado, como manantial que fluye sin cesar.


Pero tendré compasión de la tribu de Judá. Personalmente la libraré de sus enemigos, sin ayuda alguna de sus ejércitos ni de sus armas».


Pero cuando venga el Espíritu de la verdad, él los guiará a toda la verdad, porque él no hablará por su propia cuenta, sino que dirá sólo lo que oiga y les anunciará las cosas que van a pasar.


Que el Señor los lleve a amar como Dios lo hace y a ser pacientes como Cristo.


De esta manera el Señor salvó a Israel aquel día y la batalla continuó hasta más allá de Bet Avén.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite