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2 Crónicas 25:12 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

12 Otros diez mil fueron llevados vivos a la cumbre de un peñasco, y desde allí los lanzaron al vacío. Todos murieron al darse contra las rocas.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

12 Y los hijos de Judá tomaron vivos a otros diez mil, los cuales llevaron a la cumbre de un peñasco, y de allí los despeñaron, y todos se hicieron pedazos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 Capturaron a otros diez mil, los llevaron hasta el borde de un precipicio y desde allí los despeñaron. Al caer sobre las rocas abajo, se hicieron pedazos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Los hijos de Judá apresaron vivos a diez mil de ellos y, llevándolos a la cumbre de la Peña, los precipitaron desde allí, quedando todos ellos reventados.

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 Y los hijos de Judá capturaron vivos a otros diez mil, y los llevaron a la cumbre de la peña, y los arrojaron desde la cumbre de la peña, y todos ellos se hicieron pedazos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 Además, los hijos de Judá apresaron vivos a otros diez mil, los llevaron a la cima de la Roca y los despeñaron desde allí, quedando reventados todos ellos.

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2 Crónicas 25:12
8 Referans Kwoze  

Obligó a los habitantes de la ciudad a trabajos forzados. Los envió a trabajar con sierras, picos y hachas, y en los hornos de ladrillos. De la misma manera trató a todas las ciudades de los amonitas. David y su ejército regresaron después a Jerusalén.


A la gente de la ciudad la llevó a trabajar con sierras, picos de hierro y hachas, como era su costumbre con todos los pueblos que conquistaba. Luego David regresó a Jerusalén con todo el pueblo.


»Ahora, mira lo que los ejércitos de Amón, Moab y los del monte de Seír están haciendo. Tú no quisiste que nuestros antepasados invadieran a esas naciones cuando Israel salió de Egipto, sino que dieran un rodeo y no las destruyeran.


Y Amasías se armó de valor y llevó su pueblo al valle de la Sal, y allí dio muerte a diez mil hombres de Seír.


Mientras tanto, las tropas de Israel que habían sido despedidas por Amasías hicieron incursiones contra diversas ciudades de Judá, desde Samaria hasta Bet Jorón, mataron a tres mil personas y se llevaron un enorme botín.


Esto hizo que el Señor se enojara mucho con Amasías, y le envió un profeta con este mensaje: ―¿Por qué has adorado a dioses que ni aun pueden salvar a sus pueblos de tu mano?


Cuando sus dirigentes sean lanzados desde un precipicio, sabrán que mis palabras eran bien intencionadas.


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