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2 Crónicas 20:27 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

27 Luego regresaron a Jerusalén, con Josafat al frente, llenos de gozo porque el Señor los había salvado de sus enemigos.

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Biblia Reina Valera 1960

27 Y todo Judá y los de Jerusalén, y Josafat a la cabeza de ellos, volvieron para regresar a Jerusalén gozosos, porque Jehová les había dado gozo librándolos de sus enemigos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

27 Luego todos los hombres volvieron a Jerusalén, con Josafat a la cabeza, rebosando de alegría porque el Señor les había dado la victoria sobre sus enemigos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

27 Después, todos los hombres de Judá y de Jerusalén, con Josafat al frente, regresaron con gran alegría a Jerusalén, porque Yavé los había colmado de gozo a expensas de sus enemigos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

27 Luego retornaron a Jerusalem con regocijo, cada cual de los de Judá y los de Jerusalem, con Josafat al frente, por cuanto YHVH había hecho que se regocijaran delante de sus enemigos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

27 Después, todos los de Judá y de Jerusalén, con Josafat a la cabeza, se volvieron a Jerusalén llenos de júbilo, porque Yahveh les había proporcionado ese júbilo a costa de sus enemigos.

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2 Crónicas 20:27
13 Referans Kwoze  

El cuarto día se reunieron en el valle de la Bendición, como se llama actualmente, y allí alabaron al Señor.


Entraron marchando en Jerusalén, al son de arpas, liras y trompetas, y se dirigieron al templo.


En aquel día de gozo se ofrecieron muchos sacrificios, porque el Señor les había dado motivos para estar muy gozosos. Las mujeres y los niños también se alegraron, y el regocijo del pueblo de Jerusalén se oía desde lejos.


Que haya griterío de júbilo cuando sepamos la noticia de tu victoria; que se agiten las banderas en alabanza a Dios por todo lo hecho en favor tuyo. Que él responda a todas tus plegarias.


Te exaltaré, Señor, porque me has salvado de mis enemigos. No dejas que me derroten:


Estos redimidos del Señor irán por ese camino a su hogar, a Sion, entonando cánticos de júbilo eterno. Nunca más habrá para ellos dolor ni suspiros. Allí sólo habrá felicidad y gozo.


Llegará el día cuando todos los redimidos de Dios regresarán a su patria. Volverán a Jerusalén con cánticos y llenos de gozo y de alegría sin fin; y el dolor y el luto habrán acabado para siempre.


El príncipe entrará y saldrá con la gente común en esas ocasiones.


Yo mismo los sacaré del exilio, los conduciré de nuevo a la libertad, y los llevaré de regreso a su propia tierra. Yo, el Señor, que soy su Rey, iré delante de ellos abriéndoles camino.


Allí Cristo entró por nosotros como precursor, convertido ya en sumo sacerdote eterno, de la misma clase de Melquisedec.


Pero tú, cielo, regocíjate por lo que ha sucedido. Y regocíjense también los santos, los profetas y los apóstoles, porque al castigar a la gran ciudad, Dios les está haciendo justicia a ustedes».


Esta fue la oración de Ana: «¡Cuánto me ha bendecido! Ahora tengo respuesta para mis enemigos, porque el Señor ha resuelto mi problema. ¡Cuánto se goza mi corazón!


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