30 Y el rey de Israel dijo a Josafat: Yo me disfrazaré, y entraré en la batalla; y tú ponte tus vestidos. Y el rey de Israel se disfrazó, y entró en la batalla.
30 El rey de Israel dijo a Josafat: «Cuando entremos en la batalla, yo me disfrazaré para que nadie me reconozca, pero tú ponte tus vestiduras reales». Así que el rey de Israel se disfrazó, y ambos entraron en la batalla.
30 El rey de Israel dijo a Josafat: 'Me voy a disfrazar para entrar en combate, pero tú lleva tu mismo traje'. Y el rey de Israel se disfrazó para ir a combatir.
30 Y el rey de Israel dijo a Josafat: Yo me disfrazaré para entrar en la batalla; pero tú ponte tus atavíos reales. Y el rey de Israel se disfrazó y entró en la batalla.
30 El rey de Israel dijo a Josafat: 'Yo voy a disfrazarme para entrar en combate; pero tú ponte tus vestiduras'. Y, en efecto, el rey de Israel se disfrazó y entró en combate.
envió por una mujer de Tecoa, que tenía reputación de gran sabiduría, y le dijo que pidiera una entrevista con el rey. Pero antes de que la mujer se presentara delante del rey, Joab le dijo: ―Vístete de luto, no te eches perfume, como si estuvieras de duelo por un hijo muerto. Luego irás donde el rey y le dirás todo lo que yo te diga.
Jeroboán le dijo a su esposa: «Disfrázate de manera que nadie pueda reconocer que eres la reina, y anda a consultar a Ahías, el profeta de Siló, el hombre que me dijo que yo sería rey.
Entretanto, todos los profetas seguían dando sus profecías delante de los dos reyes, que estaban con sus vestiduras reales, sentados en los tronos colocados en la era junto a la puerta de la ciudad.
Pero Josías se negó a retirarse. En vez de hacerlo, les ofreció batalla en el valle de Meguido (dejó a un lado sus vestiduras reales a fin de que el enemigo no pudiera reconocerlo). Josías no quiso creer que el mensaje de Necao venía de Dios.
Saúl se disfrazó usando vestiduras ordinarias en vez de sus túnicas reales, y se presentó ante la mujer de noche, acompañado por dos hombres. ―Quiero hablar con un hombre muerto —le rogó—. ¿Podrás hacer venir su espíritu?