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1 Reyes 14:9 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

9 Pero tú solo has hecho más mal que todos los otros reyes que te han precedido; has fabricado ídolos de otros dioses. Lo que has conseguido con tus becerros de oro es que mi ira suba de punto. Y puesto que te has negado a reconocerme,

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Biblia Reina Valera 1960

9 sino que hiciste lo malo sobre todos los que han sido antes de ti, pues fuiste y te hiciste dioses ajenos e imágenes de fundición para enojarme, y a mí me echaste tras tus espaldas;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Tú has hecho cosas más malignas que todos los que vivieron antes de ti. Te has hecho otros dioses y me has enfurecido con tus becerros de oro. Como me has dado la espalda,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Tú has actuado peor que todos los anteriores a ti, te has hecho otros dioses, ídolos de metal que sólo me irritan y me has dejado tirado.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 sino que has hecho lo malo más que todos los que te precedieron, y has ido y te has hecho otros dioses, y has fundido imágenes para provocarme a ira, y me has dado la espalda;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 sino que has obrado peor que todos los que te han precedido: te has fabricado dioses ajenos e imágenes fundidas, y así has provocado mi ira y me has vuelto las espaldas.

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1 Reyes 14:9
42 Referans Kwoze  

Entonces, siguiendo el consejo de sus cortesanos, el rey hizo dos becerros de oro y le dijo al pueblo: «Es demasiado molesto tener que ir a Jerusalén para adorar; de ahora en adelante estos serán sus dioses. Fueron ellos los que los sacaron a ustedes de la cautividad de Egipto».


Él abandonará a Israel, porque Jeroboán pecó contra él, e hizo pecar a todo Israel juntamente con él».


Durante su reinado, el pueblo de Judá, como el de Israel, hizo lo malo. Su maldad fue peor que la de sus antepasados, razón por la cual el Señor se enojó con ellos.


Inmediatamente mató a todos los descendientes del rey Jeroboán, de manera de que nadie quedó de la familia real, tal como el Señor lo había anunciado por medio del profeta Ahías, de Siló.


Esto ocurrió porque Jeroboán había hecho enojar al Señor, Dios de Israel, pecando y conduciendo al resto de Israel al pecado.


Continuamente desobedeció al Señor, ya que siguió el mal ejemplo de Jeroboán, e hizo que el pueblo de Israel siguiera el pecado de adorar ídolos.


Pero Omrí fue peor que todos los reyes que hubo antes de él;


Pero fue aún más perverso que su padre Omrí, y peor que cualquier otro rey de Israel.


Y como si esto no fuera suficiente, se casó con Jezabel, la hija del rey Et Baal de los sidonios, y comenzó a adorar a Baal.


Luego hizo otros ídolos, como el de la diosa Aserá, y con esto provocó la ira del Señor, Dios de Israel, más que cualquiera de los demás reyes que Israel había tenido antes de él.


Reedificó los santuarios de las colinas, que su padre Ezequías había destruido. Edificó altares a Baal e hizo una abominable imagen de la diosa Aserá, tal como lo había hecho Acab, rey de Israel. Levantó altares al dios sol, a la diosa luna, y a los dioses de las estrellas en el templo del Señor, ¡precisamente en la ciudad y el edificio que el Señor había elegido para honrar su propio nombre!


Pero, a pesar de todo esto, el Señor no desistió de castigar a Judá, pues nada pudo apagar su ira, causada por la maldad del rey Manasés.


Sin embargo, siguió practicando el gran pecado de Jeroboán hijo de Nabat, quien había hecho que el pueblo de Israel adorara ídolos.


En lugar de ellos había designado a otros sacerdotes, quienes incitaron a la gente a adorar ídolos y no a Dios, a presentar sacrificios a los ídolos de chivos y becerros que Jeroboán hizo colocar en los cerros.


Además, quemó a sus hijos en el valle de Bet Hinón, como sacrificio para sus dioses. Además, consultó a espiritistas, a adivinos y a encantadores, y fomentó toda suerte de mal, con lo que provocó la ira del Señor.


Tu pueblo conquistó ciudades fortificadas y tierras fértiles. Tomaron casas llenas de buenas cosas; se apoderaron de viñedos, de olivares y de muchos árboles frutales. Comieron y se saciaron, y gozaron de todas tus bendiciones.


»Pero a pesar de todo esto, fueron desobedientes y se rebelaron contra ti. Dejaron tu ley, dieron muerte a los profetas que les exhortaban a volver a ti, e hicieron muchas otras cosas abominables.


Con todo esto provocaron el enojo del Señor y entonces una plaga se desató entre ellos.


pues has rechazado mi disciplina, y menospreciado mis leyes.


¡Cuántas veces se rebelaron contra él en aquellos años del desierto y le entristecieron el corazón!


Pero aunque hizo todo esto por ellos, continuaron poniendo a prueba la paciencia de Dios; rebelándose contra el Dios Altísimo y negándose a cumplir sus mandatos.


Lo hicieron enojar construyendo altares a otros dioses; con sus ídolos despertaron sus celos.


No tendrás nada que ver con los ídolos.


Eres amoroso y bondadoso para con millares de personas y sin embargo, los hijos y las hijas sufren las consecuencias de las faltas cometidas por sus padres. Tú eres el grande y poderoso Dios, el Señor de los ejércitos.


Tengo mucho motivo para estar enojado. Observa a los niños recogiendo leña, a los padres haciendo fuego y a las mujeres amasando para hacer tortas como ofrenda para la Reina del Cielo y para los demás ídolos.


Pero no quisieron escucharles, ni siquiera trataron de poner atención. ¡Son duros, empecinados y rebeldes, peor que sus antepasados!


»”Por cuanto te has olvidado de mí y me has dado la espalda, deberás soportar las consecuencias de toda tu maldad”.


«¿Te das cuenta de lo que están haciendo?», me preguntó. «¿No significa nada para los hombres principales del pueblo de Judá cometer estos terribles actos, conduciendo a toda la nación a la idolatría? Además que aumentan su provocación haciéndome gestos de burla.


Tendió lo que parecía una mano y me tomó por el pelo. Y el Espíritu me alzó hacia el cielo y pareció transportarme a Jerusalén, a la entrada de la puerta norte de la ciudad, donde se encontraba el ídolo que tanto había provocado la cólera del Señor.


¿Qué, pues? ¿Nos arriesgaremos a poner celoso al Señor? ¿Somos más fuertes que él?


Me han dado celos con sus ídolos, los cuales no son dioses. Ahora yo haré que sientan celos dando mi amor a las insensatas naciones gentiles que lo rodean.


Ustedes han sido rebeldes contra el Señor su Dios desde el primer día que los conocí.


Cuando Israel buscó nuevos dioses, todo se desplomó, nuestros amos no nos dejaban tener ni escudo ni espada; entre los cuarenta mil valientes de Israel ni un arma podía ser hallada.


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