1 Crónicas 26:28 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 200828 Selomit y sus hermanos tenían también la responsabilidad de cuidar de los valores materiales dedicados al Señor por el profeta Samuel, Saúl hijo de Quis, Abner hijo de Ner, y Joab hijo de Sarvia. Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 196028 Asimismo todas las cosas que había consagrado el vidente Samuel, y Saúl hijo de Cis, Abner hijo de Ner y Joab hijo de Sarvia, y todo lo que cualquiera consagraba, estaba a cargo de Selomit y de sus hermanos. Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente28 Selomot y sus parientes también cuidaban las ofrendas dedicadas al Señor por Samuel, el vidente; Saúl, hijo de Cis; Abner, hijo de Ner, y Joab, hijo de Sarvia. Todas las demás ofrendas que habían sido dedicadas también estaban a su cargo. Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)28 Además, todo lo que habían consagrado el profeta Samuel, Saúl, hijo de Quis, Abner, hijo de Ner y Joab, hijo de Sarvia; todo lo consagrado estaba al cuidado de Selomit y sus hermanos. Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion28 Y todo lo que había consagrado el vidente Samuel, y Saúl ben Cis, y Abner ben Ner, y Joab hijo de Sarvia, y todo lo que cualquiera consagraba, estaba a cargo de Selomit y sus hermanos. Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 197528 Y todo lo que habían consagrado Samuel, el vidente; Saúl, hijo de Quis, Abner, hijo de Ner; Joab, hijo de Servia: todo lo consagrado estaba a cargo de Selomit y sus hermanos. Gade chapit la |
Quenanías y sus hijos (del subclan de Izar) recibieron nombramiento de administradores públicos y jueces. Jasabías y mil setecientos hombres de su clan de Hebrón, todos varones prominentes, fueron puestos a cargo del territorio de Israel que está al oeste del río Jordán, y tenían la responsabilidad sobre los asuntos religiosos y de la administración pública de esa región.
―Bien —aprobó Saúl—, vayamos y probemos. Fueron entonces a la ciudad donde vivía el profeta. Mientras subían la colina hacia la ciudad, vieron a algunas jóvenes que salían a sacar agua y les preguntaron si sabían donde vivía el vidente: En aquellos días los profetas eran llamados videntes. «Vamos y preguntemos al vidente», decía la gente en vez de decir «vamos y preguntémosle al profeta».