1 Crónicas 25:1 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 20081 David y los oficiales del santuario apartaron a Asaf, Hemán y Jedutún para que se encargaran de la música. Estos profetizaban acompañándose de arpas, liras y címbalos. La siguiente es la lista de todos los que fueron apartados para este servicio: Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 19601 Asimismo David y los jefes del ejército apartaron para el ministerio a los hijos de Asaf, de Hemán y de Jedutún, para que profetizasen con arpas, salterios y címbalos; y el número de ellos, hombres idóneos para la obra de su ministerio, fue: Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente1 David y los comandantes del ejército designaron hombres de las familias de Asaf, de Hemán y de Jedutún para proclamar los mensajes de Dios acompañados de liras, arpas y címbalos. La siguiente es una lista de sus nombres y sus responsabilidades: Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)1 David y los jefes del ejército separaron para el servicio a los hijos de Asaf, Hemán y Jedutún, que profetizaban acompañándose con cítaras, salterios y címbalos. Este es el número de personas que se encargaban de este servicio: Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion1 Asimismo David y los jefes del ejército apartaron para el ministerio a algunos de los hijos de Asaf, de Hemán y de Jedutún, quienes cantaban salmos proféticos al son de arpas, salterios y címbalos; y el número de los hombres idóneos para la obra de su ministerio, fue: Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 19751 David y los jefes del ejército separaron para el culto a los hijos de Asaf, Hemán y Yedutún, que profetizaban acompañados de cítaras, arpas y címbalos. He aquí la lista de los encargados de este servicio. Gade chapit la |
El primer sorteo indicó a José, del clan de Asaf; el segundo, a Guedalías junto con doce de sus hijos y hermanos; el tercero, a Zacur, y doce de sus hijos y hermanos; el cuarto, a Izri, y doce de sus hijos y hermanos; el quinto, a Netanías, y doce de sus hijos y hermanos; el sexto, a Buquías, y doce de sus hijos y hermanos; el séptimo, a Jesarela, y doce de sus hijos y hermanos; el octavo, a Isaías, y doce de sus hijos y hermanos; el noveno, a Matanías, y doce de sus hijos y hermanos; el décimo, a Simí, y doce de sus hijos y hermanos; el undécimo, a Azarel, y doce de sus hijos y hermanos; el duodécimo, a Jasabías, y doce de sus hijos y hermanos; el decimotercero, a Subael, y doce de sus hijos y hermanos; el decimocuarto, a Matatías, y doce de sus hijos y hermanos; el decimoquinto, a Jeremot, y doce de sus hijos y hermanos; el decimosexto, a Jananías, y doce de sus hijos y hermanos; el decimoseptimo, a Josbecasa, y doce de sus hijos y hermanos; el decimoctavo, a Jananí, y doce de sus hijos y hermanos; el decimonoveno, a Malotí, y doce de sus hijos y hermanos: el vigésimo, a Eliatá, y doce de sus hijos y hermanos; el vigesimoprimero, a Hotir, y doce de sus hijos y hermanos; el vigesimosegundo, a Guidalti, y doce de sus hijos y hermanos; el vigesimotercero, a Mahaziot, y doce de sus hijos y hermanos; el vigesimocuarto, a Romanti Ezer, y doce de sus hijos y hermanos.
Allí estaba el rey junto a la columna de la entrada, y los oficiales del ejército, los trompetistas, y el pueblo en pleno lo rodeaban. Regocijados, hacían sonar las trompetas, mientras el coro, acompañado por la orquesta, dirigía al pueblo en un gran salmo de alabanza. Atalía rasgó sus vestidos y gritó: «¡Traición, traición!».
Después, Joyadá puso a los sacerdotes y a los levitas al frente de la guardia del templo del Señor, y los encargó de presentar los holocaustos al Señor, conforme está escrito en la ley de Moisés, con alegría y cánticos. Organizó las tareas de los levitas, de la misma forma que lo había hecho el rey David.
Los cantores, hijos de Asaf, estaban en sus lugares, siguiendo las instrucciones dadas siglos antes por el rey David, y por Asaf, Hemán y Jedutún, profetas del rey. Los porteros cuidaban las puertas y no tuvieron necesidad de dejar el cumplimiento de su deber, porque sus hermanos levitas les hicieron lo que les correspondía.
En la designación de los sacerdotes que habían de ocupar los diferentes turnos de su oficio, se ciñó al plan trazado por su padre David; también hizo el nombramiento de levitas para sus funciones de alabanza y como ayudantes de los sacerdotes en los trabajos de cada día. Asimismo, nombró a los porteros de las diferentes puertas.