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1 Crónicas 17:24 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

24 Y ojalá que esto traiga honor eternamente a tu nombre, ya que todos estamos convencidos de que tú cumples lo que prometes. Ellos exclamarán: “¡El Señor Todopoderoso es verdaderamente el Dios de Israel!”. ¡Y el pueblo de Israel será siempre gobernado por mis hijos y su descendencia!

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Biblia Reina Valera 1960

24 Permanezca, pues, y sea engrandecido tu nombre para siempre, a fin de que se diga: Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, es Dios para Israel. Y sea la casa de tu siervo David firme delante de ti.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

24 Que tu nombre sea afirmado y honrado para siempre, de modo que todos digan: “¡El Señor de los Ejércitos Celestiales, el Dios de Israel, es Dios de Israel!”. Que la casa de tu siervo David permanezca delante de ti para siempre.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

24 Sí, que todo se verifique; y sea tu nombre engrandecido por siempre y que se diga: Yavé Sebaot, el Dios de Israel, es un Dios para Israel. Y que la familia de tu siervo David subsista en tu presencia.

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La Biblia Textual 3a Edicion

24 Y sea confirmado y engrandecido tu Nombre para siempre, a fin de que se diga: ¡YHVH Sebaot, Dios de Israel, es ’Elohim para Israel! Y sea la casa de tu siervo David establecida delante de tu presencia.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

24 Sea exaltado por siempre tu nombre y dígase: 'Yahveh Sebaot es el Dios de Israel'. Y que la casa de tu siervo David permanezca firme en tu presencia,

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1 Crónicas 17:24
17 Referans Kwoze  

»Y ahora, Señor, acepto tu promesa de que yo y mis hijos habremos de gobernar siempre esta nación.


»Señor, me he atrevido a orar de esta manera, porque tú me has revelado que mis descendientes gobernarán siempre a tu pueblo.


óyelos desde el cielo donde tú vives, y concédeles lo que te pidan. Así todos los pueblos de la tierra se enterarán de tu fama y te reverenciarán como lo hace tu pueblo Israel; y sabrán que este templo lo he construido para honrar tu nombre.


Señor, acepta nuestra alabanza por todo tu glorioso poder. Escribiremos cánticos para celebrar tus poderosos hechos.


Bendito sea su glorioso nombre para siempre. ¡Que toda la tierra esté llena de su gloria! ¡Amén y amén!


Que el Señor nuestro Dios nos muestre su favor. Que el trabajo de nuestras manos tenga éxito; sí, que el trabajo de nuestras manos tenga éxito.


En aquel tiempo, dice el Señor, todas las familias de Israel me reconocerán como su Señor; se comportarán como pueblo mío.


Entonces Jeremías le dijo a Sedequías: ―El Señor de los ejércitos, el Dios de Israel, dice: Si te rindes a Babilonia, tú y tu familia vivirán y la ciudad no será incendiada.


No nos metas en tentación, mas líbranos del mal, porque tuyo es el reino, el poder y la gloria para siempre. Amén”.


Ustedes oren así: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.


¡Padre, glorifica tu nombre!». Entonces se oyó una voz del cielo que decía: «Ya lo glorifiqué y lo volveré a glorificar».


Al terminar de decir estas cosas, Jesús miró al cielo y dijo: «Padre, la hora ha llegado. Glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti.


y para que toda lengua confiese que Jesucristo es Señor, para que le den la gloria a Dios Padre.


Deseaban, más bien, una patria mejor, es decir, la celestial. Por eso, Dios no se avergonzó de llamarse el Dios de ellos, y les preparó una ciudad.


Por eso, este es el pacto que haré con el pueblo de Israel después de aquellos días, —dice el Señor—: Escribiré mis leyes en su mente y en su corazón. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.


El que habla, que lo haga como el que habla las palabras mismas de Dios. El que presta algún servicio, que lo haga como el que tiene la fuerza de Dios para hacerlo. Así, en todo lo que ustedes hagan, Dios será alabado por medio de Jesucristo, a quien le pertenece la gloria y el poder para siempre. Amén.


Oí entonces que una potente voz gritaba desde el trono: «La casa de Dios está ahora entre los seres humanos, y él vivirá con ellos. Ellos serán su pueblo y Dios mismo estará con ellos, y será su Dios.


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