Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Romanos 8:9 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

9 Sin embargo, si el Espíritu de Dios vive en ustedes, entonces ya no viven bajo el control del pecado. Y, si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, es porque no es de Cristo.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

9 Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Pero ustedes no están dominados por su naturaleza pecaminosa. Son controlados por el Espíritu si el Espíritu de Dios vive en ustedes. (Y recuerden que los que no tienen al Espíritu de Cristo en ellos, de ninguna manera pertenecen a él).

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Ustedes ya no están en la carne, sino que viven en el espíritu, pues el Espíritu de Dios habita en ustedes. Si alguno no tuviera el Espíritu de Cristo, éste no le pertenecería.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

9 Pero vosotros no estáis en la carne, sino en el espíritu, por cuanto° el Espíritu de Dios vive en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu del Mesías, éste no es de Él.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Pero vosotros no vivís según la carne, sino según el espíritu, puesto que el Espíritu de Dios habita en vosotros. Si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, este tal no pertenece a Cristo.

Gade chapit la Kopi




Romanos 8:9
35 Referans Kwoze  

Pues, si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan!».


el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede aceptar porque no lo ve ni lo conoce. Pero ustedes sí lo conocen, porque vive con ustedes y estará en ustedes.


Le contestó Jesús: ―El que me ama obedecerá mi palabra. Mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos nuestra morada en él.


El enviado de Dios comunica el mensaje de Dios, pues él mismo le da su Espíritu sin medida.


Lo que nace del cuerpo es cuerpo; lo que nace del Espíritu es espíritu.


Cuando llegaron cerca de Misia, intentaron pasar a Bitinia, pero el Espíritu de Jesús no se lo permitió.


Antes nos dominaba el deseo de hacer lo malo, y la Ley despertaba aún más esos malos deseos en nuestro cuerpo. Vivíamos para hacer el mal y eso solo producía muerte.


Por lo tanto, ya no hay ningún castigo para los que están unidos a Cristo Jesús.


Y, si el Espíritu de Dios, que levantó a Cristo de entre los muertos, vive en ustedes, él también les dará vida a sus cuerpos muertos. Lo hará por medio de su Espíritu, que vive en ustedes.


Pues, al estar unidos a él, el Espíritu nos da vida y nos libera del control del pecado y de la muerte.


Y lo haremos siguiendo el orden establecido: Cristo, que ha sido el primero en resucitar; después, cuando él venga, resucitarán todos los que le pertenecen.


¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?


Pero el que se une espiritualmente al Señor se hace uno con él.


¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo? El Espíritu está en ustedes, pues Dios se lo ha dado. Ustedes no son sus propios dueños,


Ustedes se dejan guiar por lo que ven. Si alguno está convencido de ser de Cristo, piénselo bien, pues nosotros también somos de Cristo.


¿Cómo pueden los ídolos habitar en el templo de Dios? Porque nosotros somos templo del Dios viviente. Como él ha dicho: «Viviré con ellos y caminaré entre ellos. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo».


Ustedes ya son hijos. Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, y por medio de él decimos: «¡Abba! ¡Padre!».


Los que son de Cristo Jesús han hecho morir en la cruz sus malos deseos por el pecado.


Ustedes oyeron el mensaje de la verdad, la buena noticia que les trajo la salvación. Cuando creyeron en ese mensaje, recibieron el Espíritu Santo prometido. Y, al recibirlo, fueron marcados como propiedad de Dios. Y esto se lo debemos a Cristo.


Gracias a Cristo también ustedes, los no judíos, forman parte de esa casa donde Dios vive por medio de su Espíritu.


Le pido además que los llene de fe, para que Cristo viva en sus corazones. Que así como un árbol de raíces profundas se mantiene firme, ustedes se mantengan confiando firmemente en el amor de Dios.


Pues yo sé que, gracias a las oraciones de ustedes y a la ayuda que me da el Espíritu de Jesucristo, todo esto resultará en mi liberación.


Con el poder del Espíritu Santo que vive en nosotros, cuida la preciosa enseñanza que se te ha confiado.


Querían descubrir a qué tiempo y a cuáles circunstancias se refería el Espíritu de Cristo. Ya desde antes, el Espíritu que estaba en ellos anunció que Cristo sufriría mucho, pero que después tendría gran gloria.


El que obedece sus mandamientos es amigo de Dios, y Dios es amigo de él. ¿Cómo sabemos que él es nuestro amigo? Por el Espíritu que nos dio.


Dios nos ha dado su Espíritu, y por eso sabemos que vivimos perfectamente unidos a él.


Ustedes, queridos hijos en la fe, pertenecen a Dios y han vencido a esos falsos profetas. Y lo han hecho porque el Espíritu que está en ustedes es más poderoso que el enemigo que está en el mundo.


A la bestia la adorarán todos los habitantes de la tierra. Es decir, aquellos cuyos nombres no han sido escritos en el libro de la vida. Ese libro pertenece al Cordero que fue sacrificado desde la creación del mundo.


Todo aquel cuyo nombre no estaba escrito en el libro de la vida era echado al lago de fuego.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite