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Romanos 4:15 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

15 Desobedecer la Ley, en efecto, trae castigo. Pero, donde no hay Ley, tampoco hay culpable.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

15 Pues la ley produce ira; pero donde no hay ley, tampoco hay transgresión.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

15 Pues la ley siempre trae castigo para los que tratan de obedecerla. (¡La única forma de no violar la ley es no tener ninguna ley para violar!).

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Biblia Católica (Latinoamericana)

15 Pues la Ley solamente trae castigos: Ley y transgresión van juntas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

15 Porque la ley produce ira, pero donde no hay ley, tampoco hay transgresión.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 ya que la ley acarrea el castigo, mientras que donde no hay ley, tampoco hay transgresión.

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Romanos 4:15
26 Referans Kwoze  

Si yo no hubiera venido ni les hubiera hablado, no serían culpables de pecado. Pero ahora no tienen excusa por su pecado.


El que cree en el Hijo tiene vida eterna. Pero el que no cree en el Hijo no sabrá lo que es esa vida, sino que permanecerá bajo el castigo de Dios».


De hecho, este mensaje nos dice que Dios nos declara justos. Y Dios hace esto solo porque hemos creído en él. Ese ha sido su plan desde el principio, tal como dicen las Escrituras: «El justo vivirá para siempre, gracias a la fe».


Antes de que la Ley fuera dada, ya existía el pecado en el mundo. También es cierto que el pecado no se toma en cuenta cuando no hay ley.


El arma de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la Ley.


Todos los que quieren agradar a Dios por hacer lo que demanda la Ley están bajo maldición. Pues las Escrituras dicen: «Maldito sea quien no obedezca todo lo que está escrito en el libro de la Ley».


Entonces, ¿cuál era el propósito de la Ley? La Ley nos fue dada luego de la promesa para que conociéramos nuestros pecados. Ese sería su propósito hasta que viniera aquel al cual se refiere la promesa. Dios le entregó la Ley a Moisés por medio de ángeles, para que él se la diera al pueblo.


Que nadie los engañe con discursos tontos, porque por esas cosas castiga Dios a los que desobedecen.


Esas cosas solo traen castigo de parte de Dios.


Todo el que comete pecado desobedece la Ley. De hecho, el pecado es desobediencia de la Ley.


De su boca salía una espada afilada, con la que herirá a las naciones. «Las gobernará con mucha dureza». Él mismo exprime uvas para sacar el vino que representa el terrible enojo del Dios Todopoderoso.


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