Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Romanos 16:7 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

7 Saluden a Andrónico y a Junías, mis parientes y compañeros de cárcel. Ellos se convirtieron a Cristo antes que yo, y gozan de buena reputación entre los apóstoles.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

7 Saludad a Andrónico y a Junias, mis parientes y mis compañeros de prisiones, los cuales son muy estimados entre los apóstoles, y que también fueron antes de mí en Cristo.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Saluden a Andrónico y a Junias, judíos como yo, quienes estuvieron en la cárcel conmigo. Ellos son muy respetados entre los apóstoles y se hicieron seguidores de Cristo antes que yo.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Saluden a Andrónico y Junías, mis parientes y compañeros de cárcel. Son apóstoles muy conocidos y se entregaron a Cristo antes que yo.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

7 Saludad a Andrónico y a Junia, mis parientes y mis compañeros de prisión, que son insignes entre los apóstoles y quienes también han sido antes que yo° en el Mesías.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Saludad a Andronico y a Junia, mis parientes y compañeros de prisión, que son insignes entre los apóstoles e incluso se entregaron a Cristo antes que yo.

Gade chapit la Kopi




Romanos 16:7
31 Referans Kwoze  

En aquel día ustedes sabrán que yo estoy en mi Padre, y ustedes en mí, y yo en ustedes.


Toda rama que en mí no da fruto, la corta. Pero toda rama que da fruto la poda, para que dé más fruto todavía.


El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él.


Saluden a Apeles, que ha dado tantas pruebas de su fe en Cristo. Saluden a los de la familia de Aristóbulo.


Saluden a Herodión, mi compatriota. Saluden a los de la familia de Narciso, que son fieles al Señor.


Saludos de parte de Timoteo, mi compañero de trabajo, como también de Lucio, Jasón y Sosípater, mis compatriotas.


Saluden de mi parte a Priscila y a Aquila, mis compañeros en el servicio a Cristo Jesús.


Saluden a María, que tanto ha trabajado por ustedes.


Saluden a Amplias, mi querido hermano en la fe que ha creído en el Señor.


Saluden a Urbano, nuestro compañero en servicio a Cristo, y a Estaquis, mi querido hermano en la fe.


Por lo tanto, ya no hay ningún castigo para los que están unidos a Cristo Jesús.


Y, si el Espíritu de Dios, que levantó a Cristo de entre los muertos, vive en ustedes, él también les dará vida a sus cuerpos muertos. Lo hará por medio de su Espíritu, que vive en ustedes.


Desearía yo mismo ser maldecido y separado de Cristo por el bien de mi propio pueblo, los de mi propia raza.


Pero gracias a él ustedes están unidos a Cristo Jesús, y esa unión los hizo sabios. Porque quien está unido a Cristo es declarado justo, es parte del pueblo de Dios y es liberado del pecado.


¿Son servidores de Cristo? ¡Qué locura! Yo lo soy más que ellos. He trabajado mucho más que ellos, he sido encarcelado más veces. He recibido los azotes más crueles, he estado en peligro de muerte repetidas veces.


Conozco a un seguidor de Cristo que hace catorce años fue llevado al tercer cielo (no sé si en el cuerpo o fuera del cuerpo; Dios lo sabe).


Por lo tanto, si alguno está unido a Cristo, es una nueva creación. ¡Nuestra vieja manera de vivir quedó en el pasado, ahora somos nuevas personas!


Cristo no cometió pecado alguno, pero, por amor a nosotros, Dios lo trató como pecador, para declararnos justos por medio de Cristo.


Sin embargo, en Judea, las iglesias de Cristo no me conocían personalmente.


Fui porque Dios me había mostrado que debía hacerlo. Allí me reuní en privado con los que eran reconocidos como dirigentes. Entonces les expliqué el mensaje de la buena noticia, el cual predico entre los que no son judíos. Quería contarles lo que hacía, para que todo mi esfuerzo no fuera inútil.


En cuanto a los que eran reconocidos como personas importantes, ellos no le agregaron nada nuevo al mensaje que predico. La verdad, no me interesa si son o no gente importante, porque Dios no juzga por las apariencias.


Gracias a lo que Cristo Jesús hizo por nosotros, ya no importa si estamos o no circuncidados. Lo que importa es creer en Cristo y que esa fe nos lleve a amar a los demás.


Ya no es importante si estamos o no circuncidados. Lo que importa es que seamos personas distintas, porque Dios nos ha creado de nuevo.


Lo que ahora somos, lo hizo Dios. Él, por medio de Cristo Jesús, nos creó de nuevo para que podamos vivir haciendo el bien. Dios así lo había planeado desde un principio.


Aristarco, mi compañero de cárcel, les manda saludos, como también Marcos, el primo de Bernabé. En cuanto a Marcos, ustedes ya han recibido instrucciones; si va a visitarlos, recíbanlo bien.


Te mandan saludos Epafras, mi compañero de cárcel por anunciar el mensaje de Cristo Jesús.


Dios nos ha dado su Espíritu, y por eso sabemos que vivimos perfectamente unidos a él.


Sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para que conozcamos al Dios verdadero. Y nosotros somos amigos de su Hijo Jesucristo, quien es el Dios verdadero y nos da vida eterna.


Yo, Juan, soy su hermano en la fe. Con ustedes comparto el sufrimiento, el reino y el seguir confiando en Jesús. Yo fui enviado a la isla de Patmos como castigo por anunciar el mensaje de Dios y hablar acerca de Jesús.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite