Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Romanos 12:12 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

12 Vivan alegres, pues ustedes tienen esperanza. Muestren paciencia cuando les toque sufrir y nunca dejen de orar.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

12 gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración;

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

12 Alégrense por la esperanza segura que tenemos. Tengan paciencia en las dificultades y sigan orando.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Tengan esperanza y sean alegres. Sean pacientes en las pruebas y oren sin cesar.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

12 regocijándoos en la esperanza, sufridos en la tribulación, perseverando en la oración;

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 Vivid gozosos en la esperanza, firmes en la tribulación, constantes en la oración.

Gade chapit la Kopi




Romanos 12:12
71 Referans Kwoze  

Alégrense y siéntanse contentos, porque les espera un gran premio en los cielos. Así también persiguieron a los profetas que vivieron antes de ustedes.


Sin embargo, no se alegren de que puedan hacer que los espíritus obedezcan. Más bien, alégrense de que sus nombres están escritos en el cielo.


Si se mantienen firmes, se salvarán.


Pero la parte que cayó en buen terreno son los que oyen la palabra con corazón noble y bueno, y la retienen. Y, como no dejan de creer en ella, producen una buena cosecha.


Todos, en un mismo espíritu, se dedicaban a la oración. Se reunían con los hermanos de Jesús, María su madre y otras mujeres.


Pero, mientras mantenían a Pedro en la cárcel, la iglesia oraba con mucha fuerza y en todo momento a Dios por él.


Se mantenían firmes en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en el partimiento del pan y en la oración.


Así nosotros nos dedicaremos de lleno a la oración y al ministerio de la palabra».


Le pido a Dios, quien da esperanza, que los llene de toda alegría y paz. Pues ustedes creen en él, y quiero que el poder del Espíritu Santo los llene de confianza.


De hecho, todo lo que leemos en las Escrituras se escribió para enseñarnos. Lo que en ellas está escrito nos alienta y nos ayuda a seguir confiando en lo que hemos creído.


A los que hacen el bien para recibir gloria, honor y vivir para siempre, Dios les dará vida eterna.


Pero, si vamos a esperar lo que todavía no tenemos, entonces hay que hacerlo con paciencia.


Ahora, pues, permanecen estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor. Pero la mejor de ellas es el amor.


Tres veces le rogué al Señor que me lo quitara.


Por lo demás, hermanos en la fe, alégrense, porque ustedes pertenecen al Señor. Para mí no es molestia volver a escribirles lo mismo, y a ustedes les da seguridad.


Alégrense siempre por tener parte con el Señor. Insisto: ¡Alégrense!


Dios, con su glorioso poder, les dará fuerzas para que puedan seguir creyendo y soportando toda dificultad.


Dios se propuso revelarles cuál es la gloriosa riqueza de ese plan secreto para todas las naciones. Y el plan es que Cristo viva en ustedes, y les dé la seguridad de compartir la gloria de Dios.


Les manda saludos Epafras, que es de su iglesia. Este servidor de Cristo Jesús está siempre luchando en oración por ustedes. Él ora pidiendo que ustedes sigan confiando totalmente en Cristo, sin dudar, y puedan obedecer a Dios en todo lo que les pida.


Tomen tiempo para orar, siempre alertas y dando gracias por todo.


Recordamos delante de Dios, nuestro Padre, todo lo que hacen por medio de la fe y el trabajo que realizan por amor. No olvidamos la firmeza con que continúan confiando en la salvación que nuestro Señor Jesucristo les dará.


A nosotros, en cambio, nos interesa, por eso vivimos alertas, como si todo el tiempo fuera de día, siempre viéndolo todo con claridad. Vivimos protegidos por la fe y el amor, como con una coraza protectora. Nuestra seguridad en la salvación nos protege como un casco protege la cabeza.


Así que nos sentimos orgullosos de ustedes ante las iglesias de Dios. Pues ustedes continúan confiando en Dios a pesar de soportar toda clase de persecuciones y sufrimientos.


Le pido al Señor que los guíe en cómo amar como Dios ama y cómo resistir los sufrimientos como Cristo lo hizo.


Tú, en cambio, eres un hombre al servicio de Dios. Huye de todo eso y esfuérzate en hacer lo que es justo, en amar a Dios, en tener fe, en amar a los demás, en ser paciente y humilde.


Tú, en cambio, has seguido paso a paso mis enseñanzas, mi manera de vivir, mi propósito y mi fe. Sabes de la paciencia que he tenido, del amor que tengo por los demás y de cómo soporto las dificultades.


Viviremos de esa manera mientras esperamos que se cumpla la bendita promesa en la cual confiamos, es decir, la gloriosa venida de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo.


Así lo hizo para que, siendo declarados justos por medio de su amor inmerecido, llegáramos a tener la confianza de recibir la vida eterna.


Recuerden aquellos días pasados cuando ustedes sostuvieron una dura lucha y soportaron mucho sufrimiento. Eso fue cuando ustedes apenas acababan de recibir el mensaje de Dios como una luz en la oscuridad.


Ustedes necesitan seguir confiando para que, después de haber cumplido la voluntad de Dios, reciban lo que él ha prometido.


¡Estamos rodeados de una gran cantidad de testigos! Nos miran como si estuviéramos en una carrera. Por tanto, eliminemos de nuestra vida el pecado, que es como un peso que nos estorba para correr y se nos enreda en los pies. Corramos sin descanso la carrera que tenemos por delante.


Cristo, como Hijo de Dios, es obediente al guiar al pueblo de Dios que somos nosotros. Y continuaremos siendo su pueblo si nos mantenemos seguros y confiando con orgullo en nuestra salvación.


Cuando vivía aquí en la tierra, Jesús hizo oraciones rogando al que podía salvarlo de la muerte. Lo hizo con fuerte voz y lágrimas. Y fue escuchado porque fue humilde y obediente.


No sean perezosos; más bien, imiten a quienes por su confianza y paciencia recibirán las promesas.


Y así, después de esperar con paciencia, Abraham recibió lo que se le había prometido.


Por tanto, hermanos en la fe, tengan paciencia hasta la venida del Señor. Miren cómo espera el agricultor a que la tierra dé su precioso fruto. Por eso, con paciencia aguarda las lluvias de otoño y primavera.


Al contrario, alégrense de compartir los sufrimientos de Cristo. Pues, cuando Cristo aparezca en su gloria, la alegría de ustedes será inmensa.


Ya se acerca el fin de todas las cosas. Así que, estén alerta y oren con seriedad.


Esfuércense también en tener dominio propio y, además del dominio, tengan paciencia, y a la paciencia agreguen entrega a Dios.


El que deba ser llevado preso, preso estará. El que deba morir a espada, a filo de espada morirá. ¡Así es como sufren los creyentes por ser obedientes hasta el fin!


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite