Lucas 8:48 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

⁴⁸ ―¡Hija, tu fe te ha sanado! —le dijo Jesús—. Vete en paz.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁴⁸ Y él le dijo: Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁴⁸ «Hija —le dijo Jesús—, tu fe te ha sanado. Ve en paz».

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁴⁸ Jesús le dijo: 'Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁴⁸ Él entonces le dijo: Ve en paz hija, tu fe te ha salvado.°

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁴⁸ Él le dijo: 'Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz'.

Lucas 8:48 Referans Kwoze

Mateo 12:20

No acabará de romper la caña doblada ni apagará la mecha que apenas arde, hasta que haga triunfar la justicia.

Mateo 8:13

Luego Jesús le dijo al capitán romano: ―¡Ve! Todo se hará tal como creíste. Y en esa misma hora aquel siervo quedó sano.

Mateo 9:2

Unos hombres le llevaron un paralítico, acostado en una camilla. Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: ―¡Ánimo, hijo; tus pecados quedan perdonados!

Mateo 9:22

Jesús se dio vuelta, la vio y le dijo: ―¡Ánimo, hija! Tu fe te ha sanado. Y la mujer quedó sana en aquel momento.

Marcos 5:34

―¡Hija, tu fe te ha sanado! —le dijo Jesús—. Vete en paz y queda sana de tu aflicción.

Lucas 17:19

Levántate y vete —le dijo al hombre—; tu fe te ha sanado.

Lucas 18:42

―¡Recibe la vista! —le dijo Jesús—. Tu fe te ha sanado.

Lucas 7:50

―Tu fe te ha salvado —le dijo Jesús a la mujer—; vete en paz.

Lucas 8:47

La mujer, al ver que no podía esconderse, se acercó temblando y se arrojó a sus pies. En presencia de toda la gente, contó por qué lo había tocado y cómo había sido sanada al instante.

Hechos 14:9

escuchando a Pablo. Cuando Pablo vio que el hombre tenía fe para ser sanado,

2 Corintios 6:18

Yo seré un Padre para ustedes, y ustedes serán mis hijos y mis hijas —dice el Señor Todopoderoso».

Hebreos 4:2

Porque a nosotros, lo mismo que a ellos, se nos ha anunciado la buena noticia. Pero el mensaje que escucharon no les sirvió de nada, porque no se unieron por la fe a los que sí lo habían creído.