Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Hechos 20:22 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

22 »Y ahora tengan en cuenta que voy a Jerusalén obligado por el Espíritu, sin saber lo que allí me espera.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

22 Ahora, he aquí, ligado yo en espíritu, voy a Jerusalén, sin saber lo que allá me ha de acontecer;

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

22 »Ahora estoy obligado por el Espíritu a ir a Jerusalén. No sé lo que me espera allí,

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

22 Ahora voy a Jerusalén, atado por el Espíritu, sin saber lo que allí me sucederá;'

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

22 Y ahora mirad que yo, constreñido por el Espíritu, voy a Jerusalem sin saber° lo que me ha de suceder allí,

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

22 Ahora, encadenado por el Espíritu, voy camino de Jerusalén, sin saber lo que en ella me espera,

Gade chapit la Kopi




Hechos 20:22
12 Referans Kwoze  

Pero tengo que pasar por la prueba de un bautismo, y ¡cuánta angustia siento hasta que se cumpla!


Como se acercaba el tiempo de que fuera llevado al cielo, Jesús tomó la firme decisión de ir a Jerusalén.


Se acercaba la fiesta de la Pascua. Jesús sabía que le había llegado la hora de abandonar este mundo para volver al Padre. Y, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin.


Jesús, que sabía todo lo que le iba a suceder, les salió al encuentro. ―¿A quién buscan? —les preguntó.


Mientras Pablo los esperaba en Atenas, le dolió en el alma ver que la ciudad estaba llena de ídolos.


Después de todo lo ocurrido, Pablo tomó la decisión de ir a Jerusalén. De camino, pasó por Macedonia y Acaya. Y decía a todos: «Después de estar en Jerusalén, tengo que visitar Roma».


Pablo había decidido no parar en Éfeso para no demorarse en la provincia de Asia. Tenía prisa por llegar a Jerusalén para el día de Pentecostés, si fuera posible.


El amor de Cristo nos domina. Porque estamos convencidos de que él sufrió la muerte que todos merecíamos, y para Dios todos hemos muerto.


¡Y eso que ni siquiera saben qué sucederá mañana! ¿Qué es su vida? Su vida es como la niebla, que aparece por un momento y luego desaparece.


Pues sé que dentro de poco tiempo tendré que abandonar este cuerpo. Así me lo ha hecho saber nuestro Señor Jesucristo.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite