Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Zacarías 9:8 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

8 Montaré guardia junto a mi Templo para que nadie entre ni salga. ¡Nunca más un opresor invadirá a mi pueblo, porque ahora me mantengo vigilante!

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

8 Entonces acamparé alrededor de mi casa como un guarda, para que ninguno vaya ni venga, y no pasará más sobre ellos el opresor; porque ahora miraré con mis ojos.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Guardaré mi templo y lo protegeré de ejércitos invasores. Estoy vigilando de cerca para asegurar que nunca más los opresores extranjeros invadan la tierra de mi pueblo.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Yo montaré guardia para proteger a mi país de cualquier asaltante; ya nadie se atreverá a oprimirlos, pues ahora he visto cómo están oprimidos.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

8 Acamparé° como guarnición en torno a mi Casa, Contra el que va y contra el que viene, Y el tirano no volverá a pasar sobre ellos, Porque ahora Yo vigilo con mis ojos.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Acamparé como centinela ante mi casa contra los que van y vienen; ya no pasará por ella el opresor, porque ahora yo vigilo con mis ojos.

Gade chapit la Kopi




Zacarías 9:8
39 Referans Kwoze  

A lo mejor el Señor toma en cuenta mi aflicción y me paga con bendiciones las maldiciones que estoy recibiendo hoy.


Por mi honor y por consideración a David mi siervo, defenderé esta ciudad y la salvaré».


En aquel tiempo, el faraón Necao, rey de Egipto, fue a encontrarse con el rey de Asiria camino del río Éufrates. El rey Josías le salió al paso, pero Necao le hizo frente en Meguido y lo mató.


Durante el reinado de Joacim, lo atacó Nabucodonosor, rey de Babilonia, y lo sometió durante tres años, al cabo de los cuales Joacim decidió rebelarse.


El ángel del Señor acampa en torno a los que le temen; a su lado está para librarlos.


El rey defenderá la causa de los pobres del pueblo, salvará a los necesitados y aplastará a los opresores.


Pero el Señor siguió diciendo: —Ciertamente he visto la opresión que sufre mi pueblo en Egipto. Los he escuchado quejarse de sus capataces y conozco bien sus penurias.


Han llegado a mis oídos los gritos desesperados de los israelitas y he visto también cómo los oprimen los egipcios.


No temerás ningún desastre repentino, ni la desgracia que sobreviene a los impíos.


En aquel día se entonará esta canción en la tierra de Judá: «Tenemos una ciudad fuerte. Para salvarla, Dios levantó muros y baluartes.


Como aves que revolotean sobre el nido, así también el Señor de los Ejércitos protegerá a Jerusalén; la protegerá y la librará, pasará sobre ella y la rescatará».


Entonces el Señor creará una nube de humo durante el día y un resplandor de fuego llameante durante la noche, sobre toda la extensión del monte Sión y sobre los que allí se reúnan. Por sobre toda la gloria habrá un toldo


¡Despierta, Sión, despierta! ¡Revístete de poder! Jerusalén, ciudad santa, ponte tus vestidos de gala, pues los incircuncisos e impuros no volverán a entrar en ti.


Pero no tendrán que apresurarse ni salir huyendo, porque el Señor marchará a la cabeza; ¡el Dios de Israel les cubrirá la espalda!


Serás establecida en justicia; lejos de ti estará la opresión. Nada tendrás que temer; el terror se apartará de ti, no se te acercará.


Ya no se sabrá de violencia en tu tierra ni de ruina y destrucción en tus fronteras, sino que llamarás a tus muros “Salvación”, y a tus puertas, “Alabanza”.


Vendrán y cantarán jubilosos en las alturas de Sión; disfrutarán de las bondades del Señor: el trigo, el vino nuevo y el aceite, las crías de las ovejas y las vacas. Serán como un jardín bien regado, y no volverán a desfallecer.


Esta es la palabra del Señor que vino a Jeremías el profeta cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, vino para atacar el país de Egipto:


En cuanto a Egipto: Este es el mensaje contra el ejército del faraón Necao, rey de Egipto, que en el año cuarto del gobierno de Joacim, hijo de Josías y rey de Judá, fue derrotado en Carquemis, junto al río Éufrates, por Nabucodonosor, rey de Babilonia:


Ya no volveré a ocultar mi rostro de ellos, pues derramaré mi Espíritu sobre Israel. Yo, el Señor y Dios, lo afirmo».


Plantaré a Israel en su propia tierra, para que nunca más sea arrancado de la tierra que yo le di», dice el Señor tu Dios.


»En aquel día espantaré a todos los caballos y enloqueceré a sus jinetes», afirma el Señor. «Me mantendré vigilante sobre Judá, pero dejaré ciegos a los caballos de todas las naciones.


»En aquel día el Señor protegerá a los habitantes de Jerusalén. El más débil entre ellos será como David y la casa real de David será como Dios, como el ángel del Señor que marcha al frente de ellos.


Jerusalén volverá a ser habitada, estará segura y nunca más será destruida.


De la boca les quitaré la sangre y de entre los dientes, el alimento prohibido. También los filisteos serán un remanente de nuestro Dios; se convertirán en jefes de Judá y Ecrón será como los jebuseos.


En verdad he visto la opresión que sufre mi pueblo en Egipto. Los he escuchado quejarse, así que he descendido para librarlos. Ahora ven y te enviaré de vuelta a Egipto”.


Marcharán a lo largo y a lo ancho de la tierra y rodearán el campamento del pueblo de Dios, la ciudad amada. Pero caerá fuego del cielo y los consumirá por completo.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite