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Zacarías 12:8 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

8 »En aquel día el Señor protegerá a los habitantes de Jerusalén. El más débil entre ellos será como David y la casa real de David será como Dios, como el ángel del Señor que marcha al frente de ellos.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

8 En aquel día Jehová defenderá al morador de Jerusalén; el que entre ellos fuere débil, en aquel tiempo será como David; y la casa de David como Dios, como el ángel de Jehová delante de ellos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 En aquel día el Señor defenderá al pueblo de Jerusalén. ¡El más débil entre ellos será tan poderoso como el rey David! ¡Y los descendientes reales serán como Dios mismo, como el ángel del Señor que va delante de ellos!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Ese día, también, Yavé protegerá de tal forma a los habitantes de Jerusalén que el más débil de entre ellos será como David, y la familia de David, que los encabezará, será como Dios, como el ángel de Yavé.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Aquel día YHVH será escudo al habitante de Jerusalem; aquel día el más débil de entre ellos será como David, y la casa de David será como ’Elohim: como el ángel de YHVH delante de ellos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Aquel día protegerá Yahveh a los habitantes de Jerusalén: el más débil de entre ellos será aquel día como David; y la casa de David será como Dios, como un ángel de Yahveh ante ellos.

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Zacarías 12:8
53 Referans Kwoze  

Lo hiciste poco menor que los ángeles y lo coronaste de gloria y de honra.


»Yo les he dicho: “Ustedes son dioses; todos ustedes son hijos del Altísimo”.


Entonces el ángel de Dios, que marchaba al frente del ejército israelita, se dio vuelta y fue a situarse detrás de este. Lo mismo sucedió con la columna de nube, que dejó su puesto de vanguardia y se desplazó hacia la retaguardia,


Enviaré un ángel delante de ti y desalojaré a cananeos, amorreos, hititas, ferezeos, heveos y jebuseos.


Cuando el Señor ponga una venda en la fractura de su pueblo y sane las heridas que le causó, brillará la luna como el sol, y será la luz del sol siete veces más intensa, como la luz de siete días enteros.


Porque así me dice el Señor: «Como león que gruñe sobre la presa cuando contra él se reúne toda una cuadrilla de pastores; como cachorro de león que no se asusta por sus gritos ni se inquieta por su tumulto, así también el Señor de los Ejércitos descenderá para combatir sobre el monte Sión, sobre su cumbre.


Ningún habitante dirá: «Estoy enfermo»; y se perdonará la iniquidad del pueblo que allí habita.


Así dice el Señor, el Redentor y Santo de Israel, al despreciado y aborrecido por las naciones, al siervo de los gobernantes: «Los reyes te verán y se pondrán de pie, los príncipes te verán y se postrarán, por causa del Señor, el Santo de Israel, que es fiel y te ha escogido».


Despreciado y rechazado por los hombres, varón de dolores, habituado al sufrimiento. Todos evitaban mirarlo; fue despreciado y no lo estimamos.


Si ellos se angustiaban, él también se angustiaba; el ángel de su presencia los salvó. En su amor y misericordia los rescató; los levantó y los llevó en los tiempos de antaño.


Las mentiras que ellos profetizan solo sirven para que ustedes se alejen de su propia tierra y para que yo los expulse y mueran.


En cambio, mostraré mi amor al pueblo de Judá y la salvaré; pero no por medio de arco, ni de espada, ni de batallas, ni tampoco por medio de caballos y jinetes, sino por medio del Señor su Dios».


Ya en el seno materno suplantó a su hermano y cuando se hizo hombre luchó con Dios.


Después ellos se arrepentirán y buscarán nuevamente al Señor su Dios y a David, su rey. En los últimos días acudirán con temor reverente al Señor y a sus bondades.


Forjen espadas con los azadones y hagan lanzas con las hoces. Diga el débil: «¡Soy fuerte!».


Cinco de ustedes perseguirán a cien, y cien de ustedes perseguirán a diez mil, y ante ustedes sus enemigos caerán a filo de espada.


El remanente de Jacob será, entre las naciones, en medio de muchos pueblos, como un león entre los animales del bosque, como un leoncillo entre las ovejas del rebaño, que al pasar las pisotea y las desgarra sin que nadie pueda rescatarlas.


Las naciones verán tus maravillas y se avergonzarán de toda su prepotencia; se llevarán la mano a la boca y sus oídos se ensordecerán.


Enemiga mía, no te alegres de mi mal. Aunque haya caído me levantaré. Aunque vivo en tinieblas el Señor es mi luz.


Efraín se volverá como un guerrero y su corazón se alegrará como si tomara vino. Sus hijos lo verán y se pondrán felices; su corazón se alegrará en el Señor.


Yo seré para ella —afirma el Señor—, un muro de fuego y dentro de ella seré su gloria”.


El Señor se aparecerá sobre ellos y como un relámpago saldrá su flecha. ¡El Señor y Dios tocará la trompeta y marchará sobre las tempestades del sur!


Montaré guardia junto a mi Templo para que nadie entre ni salga. ¡Nunca más un opresor invadirá a mi pueblo, porque ahora me mantengo vigilante!


«Yo estoy por enviar a mi mensajero para que prepare el camino delante de mí. De pronto vendrá a su Templo el Señor a quien ustedes buscan; vendrá el mensajero del pacto, a quien ustedes desean» —dice el Señor de los Ejércitos.


«La virgen concebirá y dará a luz un hijo y lo llamarán Emanuel» (que significa «Dios con nosotros»).


De ellos son los patriarcas y de ellos, según la naturaleza humana, nació Cristo, quien es Dios sobre todas las cosas. ¡Alabado sea por siempre! Amén.


No hay duda de que es grande el misterio de nuestra fe: Él se manifestó como hombre; fue justificado por el Espíritu, visto por los ángeles, proclamado entre las naciones, creído en el mundo, recibido en la gloria.


apagaron la furia de las llamas y escaparon del filo de la espada; sacaron fuerzas de flaqueza; se mostraron valientes en la guerra y pusieron en fuga a ejércitos extranjeros.


Uno solo de ustedes hace huir a mil enemigos, porque el Señor su Dios pelea por ustedes, tal como lo ha prometido.


Yo soy el Alfa y la Omega, el Primero y el Último, el Principio y el Fin.


»Yo, Jesús, he enviado a mi ángel para darles testimonio de estas cosas que conciernen a las iglesias. Yo soy la raíz y la descendencia de David, la brillante estrella de la mañana».


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