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Sofonías 1:17 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

17 »Traeré tal angustia a todo el pueblo que andarán como ciegos, porque pecaron contra el Señor. Su sangre será derramada como polvo y sus entrañas como estiércol.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

17 Y atribularé a los hombres, y andarán como ciegos, porque pecaron contra Jehová; y la sangre de ellos será derramada como polvo, y su carne como estiércol.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

17 »Por haber pecado contra el Señor, los haré andar a tientas como el ciego. Su sangre será vertida en el polvo y sus cuerpos quedarán pudriéndose sobre la tierra».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Les mandaré a los hombres la congoja, y andarán como ciegos ( ). Su sangre será esparcida como el polvo y sus restos yacerán como basura.

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 Yo haré que los hombres se angustien y deambulen como ciegos, por cuanto pecaron contra YHVH, su sangre será derramada como polvo y sus entrañas como excremento.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Pondré a los hombres en aprieto y caminarán como ciegos, porque pecaron contra Yahveh; su sangre será esparcida como polvo, su carne como estiércol.

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Sofonías 1:17
41 Referans Kwoze  

los cuales perecieron en Endor y quedaron en la tierra, como estiércol.


El Señor ha derramado sobre ustedes un espíritu de profundo sueño; a los profetas les tapó los ojos, a los visionarios les cubrió la cabeza.


Así dice el Señor: «A la madre de ustedes, yo la repudié; ¿dónde está el acta de divorcio? ¿A cuál de mis acreedores los he vendido? Por causa de sus iniquidades, fueron ustedes vendidos; por las transgresiones de ustedes fue despedida su madre.


Porque así dice el Señor: «Esta vez arrojaré a los habitantes de la tierra como si los lanzara con una honda. Los pondré en aprietos y dejaré que los capturen».


»Enviaré contra ellos cuatro clases de calamidades —afirma el Señor—, la espada para matar, los perros para destrozar, las aves del cielo para devorar y las bestias de la tierra para destruir.


Por eso, entrega ahora sus hijos al hambre; abandónalos a merced de la espada. Que sus esposas se queden viudas y sin hijos; que sus maridos mueran asesinados y que sus jóvenes caigan en combate a filo de espada.


¿No te ha pasado todo esto por haber abandonado al Señor tu Dios, mientras él te guiaba por el camino?


Tu maldad te castigará, tu infidelidad te recriminará. Ponte a pensar cuán malo y amargo es abandonar al Señor tu Dios y no sentir temor de mí», afirma el Señor, el Señor de los Ejércitos.


¡Acostémonos en nuestra vergüenza y que nos cubra nuestra desgracia! ¡Nosotros y nuestros antepasados hemos pecado contra el Señor nuestro Dios! Desde nuestra juventud y hasta el día de hoy, no hemos obedecido al Señor nuestro Dios».


«Tu conducta y tus acciones te han causado todo esto. Este es tu castigo. ¡Qué amargo es! ¡Cómo te ha calado en el propio corazón!».


Quedarán expuestos al sol, a la luna y a todas las estrellas del cielo, a los que ellos amaron, sirvieron, consultaron y adoraron. No los recogerán ni los enterrarán; ¡como estiércol quedarán sobre la faz de la tierra!


»Mis pecados fueron atados a un yugo; sus manos los ataron juntos. Me los ha colgado al cuello, y ha debilitado mis fuerzas. Me ha entregado en manos de gente a la que no puedo ofrecer resistencia.


«El Señor es justo, pero yo me rebelé contra su palabra. Escuchen, todos los pueblos, y vean mi sufrimiento. Mis doncellas y mis jóvenes han marchado al destierro.


Grave es el pecado de Jerusalén; por eso se ha vuelto impura. Los que antes la honraban ahora la desprecian, pues han visto su desnudez. Ella misma gime y no se atreve a dar la cara.


»Jóvenes y ancianos por igual yacen en el polvo de las calles; mis jóvenes y mis doncellas cayeron a filo de espada. En tu enojo les quitaste la vida; ¡los masacraste sin piedad!


Te juzgaré como a una adúltera y homicida; derramaré sobre ti mi ira y mi celo.


»”La ciudad está empapada en su sangre, pues ella la derramó sobre la roca desnuda; no la derramó por el suelo, donde el polvo la podía cubrir.


Sobre la roca desnuda he vertido su sangre, para que no quede cubierta. Así haré que se encienda mi ira y daré lugar a mi venganza.


«Les mandé plagas como lo hice en Egipto. Maté a sus mejores jóvenes por la espada, junto con los caballos capturados. Hice que llegara hasta sus propias narices el hedor de los campamentos. Con todo, ustedes no se volvieron a mí», afirma el Señor.


La tierra quedará desolada por culpa de sus habitantes, como resultado de su maldad.


Déjenlos; son guías ciegos. Y si un ciego guía a otro ciego, ambos caerán en un hoyo.


Hermanos, quiero que entiendan este misterio para que no se vuelvan presuntuosos. Parte de Israel se ha endurecido y así permanecerá hasta que haya entrado la totalidad de los no judíos.


¿Qué concluiremos? Pues que Israel no consiguió lo que tanto deseaba, pero sí lo consiguieron los elegidos. Los demás fueron endurecidos,


El dios de este mundo ha cegado la mente de estos incrédulos, para que no vean la luz del glorioso evangelio de Cristo, el cual es la imagen de Dios.


En cambio, el que no las tiene es tan corto de vista que ya ni ve y se olvida de que ha sido purificado de sus antiguos pecados.


Pero el que odia a su hermano está en la oscuridad, en ella vive y no sabe a dónde va porque la oscuridad no lo deja ver.


Dices: “Soy rico, me he enriquecido y no me hace falta nada”; pero no te das cuenta de cuán infeliz y miserable, pobre, ciego y desnudo eres tú.


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