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Sofonías 1:10 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

10 »Aquel día se oirán gritos de auxilio, desde la puerta del Pescado, quejidos desde el Barrio Nuevo, y gran quebranto desde las colinas», afirma el Señor.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

10 Y habrá en aquel día, dice Jehová, voz de clamor desde la puerta del Pescado, y aullido desde la segunda puerta, y gran quebrantamiento desde los collados.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 »En ese día —dice el Señor— vendrá un grito de alarma desde la puerta del Pescado y el eco resonará por todo el Barrio Nuevo de la ciudad. Un gran estrépito se oirá desde las colinas.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Ese día, lo asegura Yavé, un tremendo clamor saldrá de la Puerta del Pescado; aullidos de la ciudad nueva, y un ruido espantoso de los cerros vecinos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Aquel día, dice YHVH, se escuchará un clamor desde la Puerta del Pescado, un gemir desde el Barrio Nuevo, y un gran lamento desde las colinas.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Aquel día -oráculo de Yahveh- se oirá gran clamor desde la puerta de los Peces, lamentos desde la ciudad nueva, enorme estruendo desde las colinas.

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Sofonías 1:10
18 Referans Kwoze  

Pero David se apoderó de la fortaleza de Sión, que también se conoce como la Ciudad de David.


David se estableció en la fortaleza y la llamó Ciudad de David. Luego construyó una muralla alrededor, desde el terraplén hasta el palacio.


Así que Jilquías el sacerdote, Ajicán, Acbor, Safán y Asaías fueron a consultar a la profetisa Huldá, que vivía en el barrio nuevo de Jerusalén. Huldá era la esposa de Salún, el encargado del vestuario, quien era hijo de Ticvá y nieto de Jarjás.


Salomón comenzó a construir el templo del Señor en el monte Moria, en Jerusalén, donde el Señor había aparecido a su padre David. Lo construyó en el lugar que David había destinado, esto es, en el lugar donde Arauna el jebuseo limpiaba el trigo.


Así salvó el Señor a Ezequías y a los habitantes de Jerusalén de la mano de Senaquerib, rey de Asiria, y de todos sus enemigos, y les dio paz en todas sus fronteras.


Después de esto, Manasés construyó una alta muralla exterior en la Ciudad de David, la cual iba desde el oeste de Guijón, en el valle, hasta la puerta de los Pescados, y rodeaba Ofel. Además, colocó comandantes militares en todas las ciudades fortificadas de Judá


Jilquías y los demás comisionados del rey fueron a consultar a la profetisa Huldá, que vivía en el barrio nuevo de Jerusalén. Huldá era la esposa de Salún, el encargado del vestuario, quien era hijo de Ticvá y nieto de Jarjás.


Pasamos por encima de la puerta de Efraín, la de Jesaná y la de los Pescados; por la torre de Jananel y la de los Cien, y por la puerta de las Ovejas, hasta llegar a la puerta de la Guardia. Allí nos detuvimos.


La puerta de los Pescados la reconstruyeron los descendientes de Sená. Colocaron las vigas y pusieron la puerta en su lugar, con sus cerrojos y barras.


Todos nosotros gruñimos como osos, gemimos como palomas. Esperábamos la justicia y no llegó; la liberación sigue lejos de nosotros.


El día nueve del mes cuarto del año undécimo del reinado de Sedequías, abrieron una brecha en el muro de la ciudad,


Oigo el grito como de parturienta, quejidos como de primeriza. Es el grito de la hija de Sión, que respira con dificultad; que extiende los brazos y dice: «¡Ay de mí, que desfallezco! ¡Estoy en manos de asesinos!».


Sus cadáveres quedarán tendidos entre sus ídolos y alrededor de sus altares, en las colinas altas y en las cimas de las montañas, debajo de todo árbol frondoso y de toda encina tupida; es decir, en los lugares donde ofrecieron incienso de olor grato a sus ídolos. ¡Entonces sabrán que yo soy el Señor!


»En aquel día —afirma el Señor y Dios—, las canciones del palacio se volverán lamentos. ¡Muchos serán los cadáveres tirados por todas partes! ¡Silencio!».


Día de ira será aquel día, día de aflicción y angustia, día de ruina y destrucción, día de tinieblas y penumbra, día de niebla y densa oscuridad,


»¡Silencio ante el Señor y Dios, porque cercano está el día del Señor; ha preparado el Señor un sacrificio y ha consagrado a sus invitados!


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