Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Santiago 5:11 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

11 En verdad, consideramos dichosos a los que perseveraron. Ustedes han oído hablar de la perseverancia de Job y han visto lo que al final le dio el Señor. El Señor es muy compasivo y misericordioso.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

11 He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

11 Honramos en gran manera a quienes resisten con firmeza en tiempo de dolor. Por ejemplo, han oído hablar de Job, un hombre de gran perseverancia. Pueden ver cómo al final el Señor fue bueno con él, porque el Señor está lleno de ternura y misericordia.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

11 Fíjense que llamamos felices a aquellos que fueron capaces de perseverar. Han oído hablar de la constancia de Job y saben lo que al final el Señor hizo por él, pues el Señor es compasivo y misericordioso.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

11 He aquí llamamos bienaventurados a los que se mantuvieron firmes.° Oísteis de la paciencia de Job,° y visteis el propósito que tenía el Señor, porque el Señor° es muy compasivo y misericordioso.°

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 Mirad cómo proclamamos dichosos a los que fueron constantes. Habéis oído hablar de la paciencia de Job y habéis visto el final que le dio el Señor, porque el Señor es compasivo y misericordioso.

Gade chapit la Kopi




Santiago 5:11
53 Referans Kwoze  

—¡Estoy entre la espada y la pared! —respondió David—. Pero es mejor que yo caiga en las manos del Señor, porque su compasión es muy grande, y no que caiga en las manos de los hombres.


Si se vuelven al Señor, sus hermanos y sus hijos serán tratados con benevolencia por aquellos que los tienen cautivos, y podrán regresar a esta tierra. El Señor su Dios es misericordioso y compasivo. Si ustedes se vuelven a él, jamás los abandonará».


Se negaron a escucharte; no se acordaron de las maravillas que hiciste por ellos. Fue tanta su terquedad y rebeldía que hasta se nombraron un jefe para que los hiciera volver a la esclavitud. Pero tú eres Dios perdonador, misericordioso y compasivo, lento para la ira y grande en amor. Por eso no los abandonaste,


Sin embargo, es tal tu compasión que no los destruiste ni abandonaste, porque eres Dios misericordioso y compasivo.


En la región de Uz había un hombre íntegro e intachable que temía a Dios y vivía apartado del mal. Este hombre se llamaba Job.


Tenía siete hijos y tres hijas.


Job respondió: —Mujer, hablas como una necia. Si de Dios sabemos recibir lo bueno, ¿no sabremos recibir también lo malo? A pesar de todo esto, Job no pecó ni de palabra.


Él, en cambio, conoce mis caminos; si me pusiera a prueba, saldría yo puro como el oro.


Tan compasivo es el Señor con los que le temen como lo es un padre con sus hijos.


El Señor es compasivo y misericordioso, lento para la ira y grande en amor.


El Señor es misericordioso y justo; nuestro Dios es compasivo.


Vuélvete a mí y ten piedad de mí, como haces siempre con los que aman tu nombre.


El Señor es misericordioso y compasivo, lento para la ira y grande en amor.


Observa a los que son íntegros y honestos: hay porvenir para quien busca la paz.


Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu gran amor; conforme a tu misericordia, borra mis transgresiones.


Sin embargo, él les tuvo compasión; les perdonó su maldad y no los destruyó. Una y otra vez contuvo su enojo y no se dejó llevar del todo por la ira.


Pero tú, Señor, eres Dios compasivo y misericordioso, lento para la ira y grande en amor y fidelidad.


Tú, Señor, eres bueno y perdonador; tu gran amor se derrama sobre todos los que te invocan.


Dichoso aquel a quien tú, Señor, corriges; aquel a quien instruyes en tu Ley,


pasando delante de él, proclamó: —El Señor, el Señor, Dios compasivo y misericordioso, lento para la ira y grande en amor y fidelidad,


Vale más el fin de algo que su principio. Vale más la paciencia que la arrogancia.


Recordaré las misericordias del Señor, y sus hechos dignos de alabanza, por todo lo que hizo por nosotros, por su compasión y gran amor. ¡Sí, por la multitud de cosas buenas que ha hecho por los descendientes de Israel!


Si ellos se angustiaban, él también se angustiaba; el ángel de su presencia los salvó. En su amor y misericordia los rescató; los levantó y los llevó en los tiempos de antaño.


Por el gran amor del Señor no hemos sido consumidos y su compasión jamás se agota.


Pero aun cuando nos hemos rebelado contra ti, tú, Señor nuestro, eres un Dios compasivo y perdonador.


Rásguense el corazón y no las vestiduras. Vuélvanse al Señor su Dios, porque él es misericordioso y compasivo, lento para la ira y lleno de amor, cambia de parecer y no castiga.


Así que oró al Señor de esta manera: —¡Oh Señor! ¿No era esto lo que yo decía cuando todavía estaba en mi tierra? Por eso me anticipé a huir a Tarsis, pues bien sabía que tú eres un Dios misericordioso y compasivo, lento para la ira y lleno de amor, que cambias de parecer y no destruyes.


¿Qué Dios hay como tú, que perdone la maldad y pase por alto el delito del remanente de su heredad? No estarás airado para siempre, porque tu mayor placer es amar.


“El Señor es lento para la ira y grande en amor, perdona la maldad y la rebeldía, pero no tendrá por inocente al culpable, sino que castiga la maldad de los padres en sus hijos hasta la tercera y cuarta generación”.


Por causa de mi nombre todo el mundo los odiará, pero el que se mantenga firme hasta el fin será salvo.


De generación en generación se extiende su misericordia a los que le temen.


Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra y al que llama, se le abre.


Sean compasivos, así como su Padre es compasivo.


¿No ves que desprecias las riquezas de la bondad de Dios, de su tolerancia y de su paciencia, al no reconocer que su bondad quiere llevarte al arrepentimiento?


para alabanza de su gloriosa gracia, que nos concedió en su Amado.


Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor por nosotros,


Pero nosotros no somos de los que se vuelven atrás y acaban por perderse, sino de los que tienen fe y preservan su vida.


Hemos llegado a tener parte con Cristo, si en verdad mantenemos firme hasta el fin la confianza que tuvimos al principio.


Cristo, en cambio, es fiel como Hijo al frente de la casa de Dios. Y esa casa somos nosotros, siempre y cuando mantengamos nuestra confianza y la esperanza que nos enorgullece.


Dichoso el que resiste la tentación porque, al salir aprobado, recibirá la corona de la vida que el Señor ha prometido a quienes lo aman.


Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas,


Por eso, dispónganse para actuar con inteligencia; tengan dominio propio; pongan su esperanza completamente en la gracia que se les dará cuando se revele Jesucristo.


¡Dichosos si sufren por causa de la justicia! «No teman lo que ellos temen ni se dejen asustar».


Todo esto demuestra que el Señor sabe librar de la tentación a los que viven con devoción a Dios, y sabe también guardar a los injustos para castigarlos en el día del juicio.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite