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Santiago 1:26 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

26 Si alguien se cree religioso, pero no le pone freno a su lengua, se engaña a sí mismo y su religión no sirve para nada.

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Biblia Reina Valera 1960

26 Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

26 Si afirmas ser religioso pero no controlas tu lengua, te engañas a ti mismo y tu religión no vale nada.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

26 Si alguno se cree muy religioso, pero no controla sus palabras, se engaña a sí mismo y su religión no vale.

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La Biblia Textual 3a Edicion

26 Si alguno supone ser religioso, no refrenando su lengua, sino engañando su corazón, la religión de éste es vana.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

26 Si alguno cree ser realmente religioso y no refrena su lengua, sino que se engaña a sí mismo, su religión no es auténtica.

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Santiago 1:26
37 Referans Kwoze  

¿Por qué desatas tu enojo contra Dios y das rienda suelta a tu lengua?


Ahora que Dios me ha humillado por completo, no se refrenan en mi presencia.


Señor, ponme en la boca un centinela; un guardia a la puerta de mis labios.


No seas como el mulo o el caballo, que no tienen discernimiento, y cuyo brío hay que domar con brida y freno para acercarlos a ti».


que refrene su lengua de hablar el mal y sus labios de proferir engaños;


El que mucho habla, mucho yerra; el que es sabio refrena su lengua.


La boca del justo expresa sabiduría, pero la lengua perversa será cercenada.


Hay un camino que al hombre le parece recto, pero acaba por ser camino de muerte.


La lengua de los sabios adorna el conocimiento; la boca de los necios escupe necedades.


La sentencia está en labios del rey; el veredicto que emite no traiciona la justicia.


Hay un camino que al hombre le parece recto, pero acaba por ser camino de muerte.


Más vale ser pobre e intachable que necio de labios perversos.


todo el día se lo pasa codiciando, pero el justo da con generosidad.


No me sigan trayendo vanas ofrendas; el incienso es para mí una abominación. Luna nueva, día de reposo, asambleas convocadas; ¡no soporto sus asambleas que me ofenden!


Se alimentan de cenizas, se dejan engañar por sus ilusos corazones, no pueden salvarse a sí mismos ni decir: «¡Lo que tengo en mi diestra es una mentira!».


»Ustedes han dicho: “Servir a Dios no vale la pena. ¿Qué ganamos con cumplir sus órdenes y vestirnos de luto delante del Señor de los Ejércitos?


En vano me adoran; sus enseñanzas no son más que reglas humanas”».


En vano me adoran; sus enseñanzas no son más que reglas humanas”.


Por lo tanto, pongan mucha atención. Al que tiene se le dará más; al que no tiene hasta lo que cree tener se le quitará».


Aún más, resultaríamos falsos testigos de Dios por haber testificado que Dios resucitó a Cristo, lo cual no habría sucedido si en verdad los muertos no resucitan.


Mediante estas buenas noticias son salvos, si se aferran a la palabra que les prediqué. De otro modo, habrán creído en vano.


Que nadie se engañe. Si alguno de ustedes se cree sabio según las normas de esta época, hágase ignorante para así llegar a ser sabio.


En cuanto a los que eran reconocidos como personas importantes —aunque no me interesa lo que fueran, porque Dios no juzga por las apariencias—, esos tales no me impusieron nada nuevo.


En efecto, Santiago, Cefas y Juan, que eran considerados columnas, al reconocer la gracia que yo había recibido, nos dieron la mano a Bernabé y a mí en señal de compañerismo, de modo que nosotros fuéramos a los no judíos y ellos a los judíos.


¿Han tenido tantas experiencias en vano? ¡Si es que de veras fue en vano!


Si alguien cree ser algo, cuando en realidad no es nada, se engaña a sí mismo.


Eviten toda conversación obscena. Por el contrario, que sus palabras contribuyan a la necesaria edificación y sean de bendición para quienes escuchan.


Tampoco debe haber palabras indecentes, conversaciones necias ni chistes groseros, todo lo cual está fuera de lugar; haya más bien acción de gracias.


¡Cuidado! No se dejen seducir. No se descarríen ni adoren a otros dioses, ni se postren ante ellos,


Que su conversación sea siempre amena y de buen gusto. Así sabrán cómo responder a cada uno.


Mis queridos hermanos, tengan presente esto: Todos deben estar listos para escuchar, pero no apresurarse para hablar ni para enojarse;


No se contenten solo con oír la palabra, pues así se engañan ustedes mismos. Llévenla a la práctica.


¡Qué tonto eres! ¿Quieres convencerte de que la fe sin obras es estéril?


En efecto, «el que quiera amar la vida y gozar de días felices, que refrene su lengua de hablar el mal y sus labios de proferir engaños;


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