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Salmos 91:2 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

2 Yo digo al Señor: «Tú eres mi refugio, mi fortaleza, el Dios en quien confío».

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

2 Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Declaro lo siguiente acerca del Señor: Solo él es mi refugio, mi lugar seguro; él es mi Dios y en él confío.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 dile al Señor: 'Mi amparo, mi refugio, mi Dios, en quien yo pongo mi confianza'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Diré yo a YHVH: ¡Refugio mío y fortaleza mía, mi Dios en quien confío!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 puede al Señor decir: '¡Mi refugio y fortaleza, mi Dios, en quien confío!'.

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Salmos 91:2
26 Referans Kwoze  

Estableceré mi pacto contigo y con tu descendencia, como pacto eterno, por todas las generaciones. Yo seré tu Dios y el Dios de tus descendientes.


Ustedes frustran los planes de los pobres, pero el Señor los protege.


A ti, Señor, te pido ayuda; a ti te digo: «Tú eres mi refugio, mi porción en la tierra de los vivientes».


Atiende a mi clamor, porque me siento muy débil; líbrame de mis perseguidores, porque son más fuertes que yo.


El Señor es mi roca, mi amparo, mi libertador; es mi Dios, la roca en que me refugio. Es mi escudo, el poder que me salva, ¡mi más alto escondite!


Invoco al Señor, que es digno de alabanza, y quedo a salvo de mis enemigos.


mi Dios, en ti confío; no permitas que sea yo humillado, no dejes que mis enemigos se burlen de mí.


Mi vida entera está en tus manos; líbrame de mis enemigos y perseguidores.


Llegaré entonces al altar de Dios, del Dios de mi alegría y mi deleite, y allí, oh Dios, mi Dios, te alabaré al son del arpa.


Dios es nuestro refugio y nuestra fortaleza, nuestra segura ayuda en momentos de angustia.


Por eso, no temeremos aunque se desmorone la tierra y las montañas se hundan en el fondo del mar;


¡Este Dios es nuestro Dios eterno! ¡Él nos guiará para siempre!


Tú, oh Dios, has aceptado mis promesas y me has dado la herencia de quienes honran tu nombre.


Sé tú mi roca de refugio adonde pueda yo siempre acudir; da la orden de salvarme, porque tú eres mi roca y mi fortaleza.


Ya que has puesto al Señor por tu refugio, al Altísimo por tu protección,


Torre fuerte es el nombre del Señor; a ella corren los justos y se ponen a salvo.


¡Dios es mi salvación! Confiaré en él y no temeré. El Señor es mi fuerza, el Señor es mi canción; ¡él es mi salvación!».


«En aquel tiempo —afirma el Señor—, seré el Dios de todas las familias de Israel, y ellas serán mi pueblo».


Él no es Dios de muertos, sino de vivos; en efecto, para él todos ellos viven.


Antes bien, anhelaban una patria mejor, es decir, la celestial. Por lo tanto, Dios no se avergonzó de ser llamado su Dios y les preparó una ciudad.


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