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Salmos 84:5 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

5 Dichoso el que tiene en ti su fortaleza, que de corazón camina por tus sendas.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

5 Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas, En cuyo corazón están tus caminos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 ¡Qué alegría para los que reciben su fuerza del Señor, los que se proponen caminar hasta Jerusalén!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Dichosos los hombres cuya fuerza eres tú y que gustan de subir hasta ti.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 ¡Cuán bienaventurado es el hombre que tiene en ti sus fuerzas, En cuyo corazón están las sendas!°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Dichosos los que habitan en tu casa, para alabarte sin cesar. Selah

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Salmos 84:5
17 Referans Kwoze  

Yo me alegré con los que me dijeron: «Vamos a la casa del Señor».


Bendigan al Señor todos ustedes sus siervos, que de noche permanecen en la casa del Señor.


Me agrada, Dios mío, hacer tu voluntad; tu Ley la llevo dentro de mí».


Recuerdo esto y me deshago en llanto: yo solía ir con la multitud y la conducía a la casa de Dios. Entre voces de alegría y acciones de gracias hacíamos gran celebración.


a quien me unía una bella amistad y con quien caminaba entre los adoradores en la casa de Dios.


Tú, oh Dios y Salvador nuestro, nos respondes con asombrosas obras de justicia; tú eres la esperanza de los confines de la tierra y de los más lejanos mares.


Canten con júbilo a Dios, nuestra fortaleza; ¡aclamen alegres al Dios de Jacob!


Todo mi ser te desea por las noches; por la mañana mi espíritu te busca. Pues, cuando tus juicios llegan a la tierra, los habitantes del mundo aprenden lo que es justicia.


Ellos dirán de mí: “Solo en el Señor están la justicia y el poder”». Todos los que contra él se enfurecieron ante él comparecerán y quedarán avergonzados.


«Este es el pacto que después de aquel tiempo haré con el pueblo de Israel», afirma el Señor. «Pondré mi Ley en su mente y la escribiré en su corazón. Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.


Vendrá un día en que los centinelas gritarán por las colinas de Efraín: “¡Vengan, subamos a Sión, al Señor nuestro Dios!”».


Muchos pueblos vendrán y dirán: «¡Vengan, subamos al monte del Señor, al Templo del Dios de Jacob! Dios mismo nos instruirá en sus caminos y así andaremos por sus sendas». Porque de Sión saldrá la Ley, de Jerusalén, la palabra del Señor.


Yo mismo los fortaleceré y caminarán en mi nombre», afirma el Señor.


pero él me dijo: «Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad». Por lo tanto, gustosamente presumiré más bien de mis debilidades, para que permanezca sobre mí el poder de Cristo.


Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.


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