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Salmos 65:11 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

11 Tú coronas el año con tus bondades y tus carretas se desbordan de abundancia.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

11 Tú coronas el año con tus bienes, Y tus nubes destilan grosura.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 Coronas el año con una copiosa cosecha; hasta los senderos más pisoteados desbordan de abundancia.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 Coronas el año de tus bondades, por tus senderos corre la abundancia;'

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 Coronas el año con tus bondades, Y tus sendas destilan abundancia.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 Le saturas los surcos de humedad y le allanas la gleba; con chubascos la ablandas y bendices sus gérmenes.

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Salmos 65:11
17 Referans Kwoze  

las nubes derraman su lluvia, que cae a raudales sobre el género humano.


Él derrama lluvia sobre la tierra y envía agua sobre los campos.


él rescata tu vida del sepulcro y te corona de gran amor y misericordia;


Desde tus altos aposentos riegas las montañas; la tierra se sacia con el fruto de tu trabajo.


Afirmas sobre las aguas tus altos aposentos y haces de las nubes tu carro de guerra. Tú cabalgas en las alas del viento.


Todas las sendas del Señor son amor y verdad para quienes cumplen los mandatos de su pacto.


Se sacian de la abundancia de tu casa; les das a beber en el río de tus delicias.


Porque tú, Señor, bendices al justo; cual escudo lo rodeas con tu buena voluntad.


Tu familia se estableció en la tierra que en tu bondad, oh Dios, preparaste para el pobre.


Herencia de los inexpertos es la necedad; corona de los prudentes, el conocimiento.


Tal vez Dios reconsidere y cambie de parecer, y deje tras de sí una bendición. Las ofrendas de cereales y las ofrendas líquidas son del Señor su Dios.


¿Queda todavía alguna semilla en el granero? Hasta ahora, la vid, la higuera, el granado y el olivo no han dado frutos. ¡Pero a partir de hoy yo los bendeciré!».


»Traigan íntegro el diezmo a la tesorería del Templo; así habrá alimento en mi casa. Pruébenme en esto —dice el Señor de los Ejércitos—, y vean si no abro las compuertas del cielo y derramo sobre ustedes bendición hasta que sobreabunde.


Ahora bien, es verdad que algunas de las ramas han sido desgajadas y que tú, siendo de olivo silvestre, has sido injertado entre las otras ramas. Ahora participas de la savia nutritiva de la raíz del olivo.


El Señor su Dios es quien la cuida; los ojos del Señor su Dios están sobre ella todo el año, de principio a fin.


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