Salmos 6:3 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

³ Muy angustiada está mi alma; ¿hasta cuándo, Señor, hasta cuándo?

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

³ Mi alma también está muy turbada; Y tú, Jehová, ¿hasta cuándo?

Biblia Nueva Traducción Viviente

³ Mi corazón está angustiado; ¿cuánto falta, oh Señor, para que me restaures?

Biblia Católica (Latinoamericana)

³ Aquí estoy sumamente perturbado, y tú, Señor, ¿hasta cuándo?...

La Biblia Textual 3a Edicion

³ Y mi alma está turbada en gran manera, Y Tú, oh YHVH… ¿hasta cuándo?

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³ Acógeme, Señor, pues estoy consumido, sáname tú, Señor, que mis huesos se estremecen:

Salmos 6:3 Referans Kwoze

Salmos 22:14

Como agua he sido derramado; dislocados están todos mis huesos. Mi corazón se ha vuelto como cera y se derrite en mis entrañas.

Salmos 38:8

Me siento débil, completamente deshecho; mi corazón gime angustiado.

Salmos 42:11

¿Por qué estás tan abatida, alma mía? ¿Por qué estás angustiada? En Dios pondré mi esperanza y lo seguiré alabando. ¡Él es mi salvación y mi Dios!

Salmos 42:5

¿Por qué estás tan abatida, alma mía? ¿Por qué estás tan angustiada? En Dios pondré mi esperanza y lo seguiré alabando. ¡Él es mi salvación y mi Dios!

Salmos 77:7

«¿Nos rechazará el Señor para siempre? ¿No volverá a mostrarnos su buena voluntad?

Salmos 9:14

para que en las puertas de la hija de Sión proclame tus alabanzas y me regocije en tu salvación.

Salmos 90:13

¿Cuándo, Señor, te volverás hacia nosotros? ¡Compadécete ya de tus siervos!

Proverbios 18:14

En la enfermedad, el ánimo levanta al enfermo; ¿pero quién podrá levantar el ánimo al abatido?

Jeremías 17:14

Sáname, Señor, y seré sanado; sálvame y seré salvo, porque tú eres mi alabanza.

Mateo 26:38

«Es tal la angustia que me invade que me siento morir —dijo—. Quédense aquí y manténganse despiertos conmigo».

Lucas 18:7

¿Acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará mucho en responderles?

Juan 12:27

»Ahora mi alma está angustiada, ¿y acaso voy a decir: “Padre, sálvame de esta hora difícil”? ¡Si precisamente para afrontarla he venido!