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Salmos 51:15 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

15 Abre, Señor, mis labios y mi boca proclamará tu alabanza.

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Biblia Reina Valera 1960

15 Señor, abre mis labios, Y publicará mi boca tu alabanza.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

15 Desata mis labios, oh Señor, para que mi boca pueda alabarte.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

15 Mostraré tu camino a los que pecan, a ti se volverán los descarriados.

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La Biblia Textual 3a Edicion

15 Oh Adonay, abre mis labios, y mi boca proclamará tu alabanza.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 Mostraré a los pecadores tus caminos, y volverán a ti los descarriados.

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Salmos 51:15
14 Referans Kwoze  

—¡No sabemos qué decirle, mi señor! —contestó Judá—. ¡No hay excusa que valga! ¿Cómo podemos demostrar nuestra inocencia? Dios ha puesto al descubierto la maldad de sus siervos. Aquí nos tiene usted: somos sus esclavos, nosotros y el que tenía la copa.


Con mis labios he proclamado todas las leyes que has promulgado.


para que en las puertas de la hija de Sión proclame tus alabanzas y me regocije en tu salvación.


—¿Y quién le puso la boca al hombre? —respondió el Señor—. ¿Acaso no soy yo, el Señor, quien lo hace sordo o mudo, quien le da la vista o se la quita?


Cuando yo te perdone por todo lo que has hecho, tú te acordarás de tu maldad, te avergonzarás y en tu humillación no volverás a jactarte, afirma el Señor y Dios”».


»En aquel día acrecentaré la fuerza del pueblo de Israel y en ese momento tú, Ezequiel, les hablarás con libertad. Entonces sabrán que yo soy el Señor».


Pero cuando yo te hable, te soltaré la lengua y les advertirás: “Así dice el Señor y Dios”. El que quiera oír, que oiga; y el que no quiera, que no oiga, porque son un pueblo rebelde.


Diles: “Tan cierto como que yo vivo, afirma el Señor y Dios, no me alegro con la muerte del malvado, sino con que se convierta de su mala conducta y viva. ¡Conviértete, pueblo de Israel; conviértete de tu conducta perversa! ¿Por qué habrás de morir?”.


“Amigo, ¿cómo entraste aquí sin el traje de boda?”, dijo. El hombre se quedó callado.


Luego, mirando al cielo, suspiró profundamente y dijo: «¡Efatá!», que significa «¡Ábrete!».


Ahora bien, sabemos que todo lo que dice la Ley, lo dice a quienes están sujetos a ella, para que todo el mundo se calle la boca y quede convicto delante de Dios.


Así que ofrezcamos continuamente a Dios, por medio de Jesucristo, un sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de los labios que confiesan su nombre.


Él guardará los pasos de sus fieles, pero los malvados se perderán entre las sombras. »¡Nadie triunfa por sus propias fuerzas!


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