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Salmos 42:11 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

11 ¿Por qué estás tan abatida, alma mía? ¿Por qué estás angustiada? En Dios pondré mi esperanza y lo seguiré alabando. ¡Él es mi salvación y mi Dios!

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

11 ¿Por qué te abates, oh alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 ¿Por qué estoy desanimado? ¿Por qué está tan triste mi corazón? ¡Pondré mi esperanza en Dios! Nuevamente lo alabaré, ¡mi Salvador y mi Dios!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 ¿Qué te abate, alma mía, por qué gimes en mí? Pon tu confianza en Dios que aún le cantaré a mi Dios salvador.

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 ¿Por qué te abates alma mía, y te turbas dentro de mí? Espera en ’Elohim, porque aún he de alabarlo: ¡Salvación mía y Dios mío!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 con quebranto en los huesos?'. El opresor me insulta, diciéndome sin tregua: '¿Dónde está tu Dios?'.

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Salmos 42:11
9 Referans Kwoze  

Las cenizas son todo mi alimento; mis lágrimas se mezclan con mi bebida.


¿Por qué tienen que decirnos las naciones: «Dónde está su Dios»?


¿Por qué estás tan abatida, alma mía? ¿Por qué estás tan angustiada? En Dios pondré mi esperanza y lo seguiré alabando. ¡Él es mi salvación y mi Dios!


¿Por qué estás tan abatida, alma mía? ¿Por qué estás tan angustiada? En Dios pondré mi esperanza y lo seguiré alabando. ¡Él es mi Salvador y mi Dios!


¿Por qué van a decir las naciones: «Dónde está su Dios»? Permítenos ver y muéstrales a los pueblos paganos cómo tomas venganza de la sangre de tus siervos.


Porque yo restauraré tu salud y sanaré tus heridas”, afirma el Señor, “porque te han llamado la desechada, la pobre Sión, la que a nadie le importa”.


»”Sin embargo, les daré salud y los curaré; los sanaré y haré que disfruten de abundante paz y seguridad.


Lloren, sacerdotes, ministros del Señor, entre la entrada y el altar; y digan: «Compadécete, Señor, de tu pueblo. No entregues tu propiedad como objeto de burla, para que las naciones no se burlen de ella. ¿Por qué habrán de decir entre los pueblos: “Dónde está su Dios?”».


Al oír esto, Jesús contestó: —No son los sanos los que necesitan médico, sino los enfermos.


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