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Salmos 32:1 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

1 Dichoso aquel a quien se le perdonan sus transgresiones, cuyos pecados son cubiertos.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

1 Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 ¡Oh, qué alegría para aquellos a quienes se les perdona la desobediencia, a quienes se les cubre su pecado!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Dichoso el que es absuelto de pecado y cuya culpa le ha sido borrada.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Maskil° de David. ¡Cuán bienaventurado es aquel cuya trasgresión ha sido quitada,° Y cubierto su pecado!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 De David. Maskil Dichoso el perdonado de la culpa, al que han sido cubiertos los pecados;

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Salmos 32:1
27 Referans Kwoze  

—¡He pecado contra el Señor! —reconoció David ante Natán. —El Señor ha perdonado ya tu pecado y no morirás —contestó Natán—.


No pases por alto su maldad ni olvides sus pecados, porque provocan la ira de los que reconstruyen».


Él perdona todos tus pecados y sana todas tus dolencias;


Dichosos los que practican la justicia y hacen siempre lo que es justo.


Dichosos todos los que temen al Señor, los que van por sus caminos.


Dichoso quien pone su confianza en el Señor y no recurre a los soberbios ni a los que se pierden tras la mentira.


Como ciervo jadeante que busca las corrientes de agua, así te busca, oh Dios, todo mi ser.


De mi corazón brota un hermoso poema mientras recito mis versos ante el rey; mi lengua es como pluma de hábil escritor.


¿Por qué te jactas de tu maldad, varón prepotente? ¡El amor de Dios es constante!


Dice el necio en su corazón: «No hay Dios». Están corrompidos, sus injusticias son detestables; ¡no hay uno solo que haga lo bueno!


Escucha, oh Dios, mi oración; no pases por alto mi súplica.


Señor de los Ejércitos, ¡dichosos los que en ti confían!


perdonaste la iniquidad de tu pueblo y cubriste todos sus pecados; Selah


Dichosos los que saben aclamarte, Señor, y caminan a la luz de tu presencia;


«Vengan, pongamos las cosas en claro», dice el Señor. «Aunque sus pecados sean como escarlata, quedarán blancos como la nieve. Aunque sean rojos como la púrpura, quedarán como la lana.


»Soy yo, solo yo, el que por amor a mí mismo borra tus transgresiones y no se acuerda más de tus pecados.


Como si fuera una nube he borrado tus transgresiones y tus pecados, como la bruma de la mañana. Vuelve a mí, que te he redimido».


—Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás —dijo Jesús—, porque eso no te lo reveló ningún mortal, sino mi Padre que está en el cielo.


—Dichosos más bien —contestó Jesús— los que oyen la palabra de Dios y la obedecen.


»Dichosos los que lavan sus ropas para tener derecho al árbol de la vida y para poder entrar por las puertas de la ciudad.


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