Salmos 26:1 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

¹ Hazme justicia, Señor, pues he vivido en integridad; ¡en el Señor confío sin titubear!

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹ Júzgame, oh Jehová, porque yo en mi integridad he andado; He confiado asimismo en Jehová sin titubear.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹ Declárame inocente, oh Señor, porque he actuado con integridad; he confiado en el Señor sin vacilar.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹ Júzgame, Señor, y ve que seguí la senda de los perfectos. En el Señor me apoyaba y por eso no me desviaba.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹ De David. Hazme justicia, oh YHVH, porque en mi integridad he andado, Y en YHVH confié sin titubear.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹ De David. Hazme, Señor, justicia, que mi conducta es pura: confío en el Señor, no habré de resbalar.

Salmos 26:1 Referans Kwoze

2 Reyes 20:3

«Recuerda, Señor, que yo me he conducido delante de ti con lealtad e integridad y he hecho lo que te agrada». Y Ezequías lloró amargamente.

Job 2:3

—¿Te has puesto a pensar en mi siervo Job? —volvió a preguntarle el Señor—. No hay en la tierra nadie como él; es un hombre íntegro e intachable, que me honra y vive apartado del mal. Y aunque tú me incitaste contra él para arruinarlo sin motivo, ¡todavía mantiene firme su integridad!

Job 4:6

¿No debieras confiar en que temes a Dios y en que tu conducta es intachable?

Salmos 121:3

No permitirá que tu pie resbale; jamás duerme el que te cuida.

Salmos 15:2

Solo el de conducta intachable, que practica la justicia y de corazón dice la verdad;

Salmos 21:7

El rey confía en el Señor; por el gran amor del Altísimo, no caerá jamás.

Salmos 25:2

mi Dios, en ti confío; no permitas que sea yo humillado, no dejes que mis enemigos se burlen de mí.

Salmos 25:21

Sean mi protección la integridad y la rectitud, porque en ti he puesto mi esperanza.

Salmos 26:11

Yo, en cambio, vivo en integridad; líbrame y compadécete de mí.

Salmos 28:7

El Señor es mi fuerza y mi escudo; mi corazón en él confía; de él recibo ayuda. Mi corazón salta de alegría, y con cánticos le daré gracias.

Salmos 31:14

Pero yo, Señor, en ti confío, y digo: «Tú eres mi Dios».

Salmos 35:24

Júzgame según tu justicia, Señor mi Dios; no dejes que se burlen de mí.

Salmos 37:31

La Ley de Dios está en su corazón y sus pies jamás resbalan.

Salmos 4:5

Ofrezcan sacrificios de justicia y confíen en el Señor.

Salmos 43:1

¡Júzgame, oh Dios! Defiende mi causa frente a esta nación impía; líbrame de gente mentirosa y malhechora.

Salmos 54:1

¡Sálvame, oh Dios, por tu nombre! ¡Defiéndeme con tu poder!

Salmos 62:2

Solo él es mi roca y mi salvación; él es mi refugio, ¡jamás caeré!

Salmos 62:6

Solo él es mi roca y mi salvación; él es mi refugio, ¡no caeré!

Salmos 7:8

¡El Señor juzgará a los pueblos! Júzgame, Señor, conforme a mi justicia; págame conforme a mi integridad.

Salmos 94:18

No bien decía: «Mis pies resbalan», cuando ya tu gran amor, Señor, venía en mi ayuda.

Proverbios 20:7

Justo es quien lleva una vida sin tacha; ¡dichosos sus hijos después de él!

Proverbios 29:25

Temer a los hombres resulta una trampa, pero el que confía en el Señor sale bien librado.

2 Corintios 1:12

Para nosotros, el motivo de satisfacción es el testimonio de nuestra conciencia: Nos hemos comportado en el mundo, y especialmente entre ustedes, con la santidad y sinceridad que vienen de Dios. Nuestra conducta no se ha ajustado a la sabiduría humana, sino a la gracia de Dios.

Hebreos 10:23

Mantengamos firme la esperanza que profesamos, porque fiel es el que hizo la promesa.

1 Pedro 1:5

a quienes el poder de Dios protege mediante la fe hasta que llegue la salvación que se ha de revelar en los últimos tiempos.

2 Pedro 1:10

Por lo tanto, hermanos, esfuércense más todavía por asegurarse del llamado de Dios, que fue quien los eligió. Si hacen estas cosas, no caerán jamás

1 Samuel 2:9

Él guardará los pasos de sus fieles, pero los malvados se perderán entre las sombras. »¡Nadie triunfa por sus propias fuerzas!

1 Samuel 24:15

¡Que sea el Señor quien juzgue y dicte la sentencia entre nosotros dos! ¡Que examine mi causa, y me defienda y me libre de usted!».