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Salmos 18:41 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

41 Pedían ayuda y no hubo quien los salvara. Al Señor clamaron, pero no respondió.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

41 Clamaron, y no hubo quien salvase; Aun a Jehová, pero no los oyó.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

41 Pidieron ayuda, pero nadie fue a rescatarlos. Hasta clamaron al Señor, pero él se negó a responder.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

41 Aunque griten, nadie los salvará, claman al Señor, pero no les responde.

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La Biblia Textual 3a Edicion

41 Clamaron, pero no hubo quien los librara, Aun a YHVH, pero no les respondió.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

41 haces que mi enemigo dé la espalda, para que pueda abatir al que me execra.

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Salmos 18:41
17 Referans Kwoze  

¿Escucha Dios su clamor cuando les sobreviene la angustia?


Todas las naciones me rodearon, pero en el nombre del Señor las aniquilé.


Me rodearon por completo, pero en el nombre del Señor las aniquilé.


»Ustedes que se olvidan de Dios, consideren lo que he dicho; de lo contrario, los haré pedazos, y no habrá nadie que los salve.


»Entonces me llamarán, pero no les responderé; me buscarán, pero no me encontrarán.


Cuando levantan sus manos, yo aparto de ustedes mis ojos; aunque multipliquen sus oraciones, no las escucharé. »¡Tienen las manos llenas de sangre!


Por eso, así dice el Señor: “Les enviaré una calamidad de la cual no podrán escapar. Aunque clamen a mí, no los escucharé.


Aunque ayunen, no escucharé sus clamores; aunque me ofrezcan holocaustos y ofrendas de cereal, no los aceptaré. En verdad, voy a exterminarlos con la espada, el hambre y la plaga».


Por eso, voy a actuar con furor. No les tendré piedad ni compasión. Por más que me imploren a gritos, ¡no los escucharé!».


No me invocan de corazón, sino que se lamentan echados en sus camas. Para obtener grano y vino nuevo se laceran y se ponen en mi contra.


Entonces pedirán auxilio al Señor, pero él no responderá; esconderá de ellos su rostro porque hicieron lo malo.


“Como no me escucharon cuando los llamé, tampoco yo los escucharé cuando ellos me llamen —dice el Señor de los Ejércitos—.


Tan pronto como el dueño de la casa se haya levantado a cerrar la puerta, ustedes desde afuera se pondrán a golpear la puerta, diciendo: “¡Señor, ábrenos!”. Pero él les contestará: “No sé de dónde son ustedes”.


Dicho esto, Josué mató a los reyes, los colgó en cinco árboles y allí los dejó hasta el atardecer.


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