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Salmos 17:1 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

1 Señor, oye mi justo ruego; escucha mi clamor; presta oído a mi oración, pues no sale de labios engañosos.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

1 Oye, oh Jehová, una causa justa; está atento a mi clamor. Escucha mi oración hecha de labios sin engaño.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Oh Señor, oye mi ruego pidiendo justicia; escucha mi grito de auxilio. Presta oído a mi oración, porque proviene de labios sinceros.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Escuha mi grito, Señor, atiende a mis clamores, presta atención a mi plegaria pues no hay engaño en mis labios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Oración de David. Oye, oh YHVH, una causa justa, está atento a mi clamor, Escucha mi oración hecha de labios sin engaño.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Oración. De David. Oye, Señor, la causa justa, atiende a mi clamor, escucha mi oración, de labios no embusteros.

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Salmos 17:1
31 Referans Kwoze  

He sido íntegro ante él y me he abstenido de pecar.


Mantendré abiertos mis ojos y atentos mis oídos a las oraciones que se eleven en este lugar.


te suplico que me prestes atención, que fijes tus ojos en este siervo tuyo que día y noche ora en favor de tu pueblo Israel. Confieso que los israelitas, entre los cuales estamos incluidos mi familia y yo, hemos pecado contra ti.


pero mis manos están libres de violencia y es pura mi oración.


No escondas de mí tu rostro cuando me encuentro angustiado. Inclina a mí tu oído; respóndeme pronto cuando te llame.


Yo sé que el Señor hace justicia al pobre y defiende el derecho de los necesitados.


A voz en cuello, al Señor pido ayuda; a voz en cuello, al Señor pido compasión.


Atiende a mi clamor, porque me siento muy débil; líbrame de mis perseguidores, porque son más fuertes que yo.


Escucha, Señor, mi oración; atiende a mi súplica. Por tu fidelidad y tu justicia, respóndeme.


El Señor está cerca de quienes lo invocan, de quienes lo invocan en verdad.


El Señor me ha pagado conforme a mi justicia; me ha premiado conforme a la limpieza de mis manos.


Apenas me oyen, me obedecen; son extranjeros y me rinden homenaje.


¡Júzgame, oh Dios! Defiende mi causa frente a esta nación impía; líbrame de gente mentirosa y malhechora.


Presta atención a mis súplicas, Rey mío y Dios mío, porque a ti yo oro.


Pero Dios es mi socorro; el Señor es quien me sostiene.


Aunque son muchos los que me combaten, él me rescata, me salva la vida en la batalla que se libra contra mí.


Oh Dios, escucha mi clamor y atiende a mi oración.


Desde los confines de la tierra te invoco, pues mi corazón desfallece; llévame a una roca que es más alta que yo.


pero Dios sí me ha escuchado, ha atendido a la voz de mi oración.


¡El Señor juzgará a los pueblos! Júzgame, Señor, conforme a mi justicia; págame conforme a mi integridad.


Oh Dios, escudo nuestro, pon sobre tu ungido tus ojos bondadosos.


Atiéndeme, Señor; respóndeme, pues pobre soy y estoy necesitado.


Escucha, Señor, a mi oración; atiende a mi voz de súplica.


Tan colmado estoy de calamidades que mi vida está al borde de la muerte.


El Señor dice: «Este pueblo se acerca a mí con la boca y me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. Su adoración es solo un mandamiento humano que le ha sido enseñado.


A pesar de todo esto, su hermana, la infiel Judá, no se volvió a mí de todo corazón, sino que solo fingió hacerlo», afirma el Señor.


»“Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí.


Cuando Jesús vio que Natanael se acercaba, comentó: —Aquí tienen a un verdadero israelita en quien no hay falsedad.


Queridos hermanos, si el corazón no nos condena y tenemos confianza delante de Dios,


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