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Salmos 125:1 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

1 Los que confían en el Señor son como el monte Sión: jamás caerá y permanece para siempre.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

1 Los que confían en Jehová son como el monte de Sion, Que no se mueve, sino que permanece para siempre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Los que confían en el Señor están seguros como el monte Sion; no serán vencidos, sino que permanecerán para siempre.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Los que buscan apoyo en el Señor se parecen al monte Sión: inconmovible y estable para siempre.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Cántico gradual. Los que confían en YHVH son como el monte de Sión, Que no se mueve, mas siempre está firme.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Canto gradual. Quien confía en el Señor es como el monte Sión, que no vacila, que está firme por siempre.

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Salmos 125:1
41 Referans Kwoze  

Y como confiaban en Dios, clamaron a él en medio del combate y él los ayudó a derrotar a los agarenos y a sus aliados.


Al día siguiente, madrugaron y fueron al desierto de Tecoa. Mientras avanzaban, Josafat se detuvo y dijo: «Habitantes de Judá y de Jerusalén, escúchenme: ¡Confíen en el Señor su Dios y estarán seguros! ¡Confíen en sus profetas y tendrán éxito!».


En mi angustia invoqué al Señor, y él me respondió.


A las montañas levanto mis ojos; ¿de dónde ha de venir mi ayuda?


Yo me alegré con los que me dijeron: «Vamos a la casa del Señor».


Hacia ti dirijo la mirada, hacia ti, cuyo trono está en el cielo.


Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte —que lo repita ahora Israel—,


el Señor se complace en los que le temen, en los que confían en su gran amor.


Ellos se doblegan y caen, pero nosotros nos levantamos y nos mantenemos firmes.


mi Dios, en ti confío; no permitas que sea yo humillado, no dejes que mis enemigos se burlen de mí.


Bueno y justo es el Señor; por eso les muestra a los pecadores el camino.


El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré? El Señor es el baluarte de mi vida; ¿quién me asustará?


El Señor libra a sus siervos; no serán condenados los que en él se refugian.


Dios está en ella, la ciudad no caerá; al rayar el alba Dios le brindará su ayuda.


Se agitan las naciones, los reinos caen; Dios deja oír su voz, y la tierra se derrumba.


Solo él es mi roca y mi salvación; él es mi refugio, ¡jamás caeré!


¿Hasta cuándo atacarán todos ustedes a un hombre para derribarlo, como si fuera un muro inclinado o una cerca a punto de derrumbarse?


Solo él es mi roca y mi salvación; él es mi refugio, ¡no caeré!


Dios es mi salvación y mi gloria; es la roca que me fortalece; mi refugio está en Dios.


Pasa la tormenta y desaparece el malvado, pero el justo permanece firme para siempre.


¡Canta y grita de alegría, habitante de Sión, pues es grande, en medio de ti, el Santo de Israel!».


¿Qué respuesta se dará a los mensajeros de esa nación? Pues que el Señor ha afirmado a Sión y que allí se refugiarán los afligidos de su pueblo.


Al de carácter firme lo guardarás en perfecta paz, porque en ti confía.


Confíen en el Señor para siempre, porque el Señor, el Señor mismo, es la Roca eterna.


Volverán los rescatados del Señor y entrarán en Sión con cantos de júbilo; su corona será el gozo eterno. Se llenarán de regocijo y alegría, y se apartarán de ellos el dolor y los quejidos.


He puesto mis palabras en tu boca y te he cubierto con la sombra de mi mano. He establecido los cielos y afirmado la tierra y he dicho a Sión: “Tú eres mi pueblo”».


porque la polilla se los comerá como ropa y el gusano los devorará como lana. Pero mi justicia permanecerá para siempre; mi salvación, por todas las generaciones».


¡Despierta, Sión, despierta! ¡Revístete de poder! Jerusalén, ciudad santa, ponte tus vestidos de gala, pues los incircuncisos e impuros no volverán a entrar en ti.


Los libertadores subirán al monte Sión para gobernar la región montañosa de Esaú. Y el reino será del Señor.


Muchos pueblos vendrán y dirán: «¡Vengan, subamos al monte del Señor, al Templo del Dios de Jacob! Dios mismo nos instruirá en sus caminos y así andaremos por sus sendas». Porque de Sión saldrá la Ley, de Jerusalén, la palabra del Señor.


Luego el ángel me dijo: «Proclama este mensaje de parte del Señor de los Ejércitos: »“Mi amor por Jerusalén y por Sión me hace sentir celos por ellas.


»Proclama además lo siguiente de parte del Señor de los Ejércitos: »“Otra vez mis ciudades rebosarán de bienes, otra vez el Señor consolará a Sión, otra vez escogerá a Jerusalén”».


Por medio de él ustedes creen en Dios, que lo resucitó y glorificó, de modo que su fe y su esperanza están puestas en Dios.


Luego miré y apareció el Cordero. Estaba de pie sobre el monte Sión, en compañía de ciento cuarenta y cuatro mil personas que llevaban escrito en la frente el nombre del Cordero y de su Padre.


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