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Salmos 122:1 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

1 Yo me alegré con los que me dijeron: «Vamos a la casa del Señor».

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

1 Yo me alegré con los que me decían: A la casa de Jehová iremos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Me alegré cuando me dijeron: «Vayamos a la casa del Señor».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Me puse alegre cuando me dijeron: '¡Vamos a la casa del Señor!'

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Cántico gradual. De David. Yo me alegré con los que me decían: ¡Vayamos a la Casa de YHVH!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Canto gradual. De David. Me llené de gozo cuando me dijeron: 'Iremos a la casa del Señor'.

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Salmos 122:1
27 Referans Kwoze  

Tus mandatos son mi herencia permanente; son la alegría de mi corazón.


En mi angustia invoqué al Señor, y él me respondió.


A las montañas levanto mis ojos; ¿de dónde ha de venir mi ayuda?


Hacia ti dirijo la mirada, hacia ti, cuyo trono está en el cielo.


Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte —que lo repita ahora Israel—,


Los que confían en el Señor son como el monte Sión: jamás caerá y permanece para siempre.


Cuando el Señor hizo volver a Sión a los cautivos, nos parecía estar soñando.


Si el Señor no edifica la casa, en vano se esfuerzan los albañiles. Si el Señor no cuida la ciudad, en vano hacen guardia los vigilantes.


Dichosos todos los que temen al Señor, los que van por sus caminos.


Mucho me han angustiado desde mi juventud —que lo repita ahora Israel—,


A ti, Señor, elevo mi clamor desde lo más profundo de mi ser.


Señor, mi corazón no es orgulloso ni son altivos mis ojos; no busco grandezas desmedidas ni proezas que excedan a mis fuerzas.


Señor, acuérdate de David y de todas sus penurias.


¡Cuán bueno y cuán agradable es que los hermanos convivan en armonía!


Bendigan al Señor todos ustedes sus siervos, que de noche permanecen en la casa del Señor.


Señor, yo amo la casa donde vives, el lugar donde reside tu gloria.


Recuerdo esto y me deshago en llanto: yo solía ir con la multitud y la conducía a la casa de Dios. Entre voces de alegría y acciones de gracias hacíamos gran celebración.


a quien me unía una bella amistad y con quien caminaba entre los adoradores en la casa de Dios.


Vale más pasar un día en tus atrios que mil fuera de ellos; prefiero cuidar la entrada de la casa de mi Dios que habitar entre los malvados.


Muchos pueblos vendrán y dirán: «¡Vengan, subamos al monte del Señor, al Templo del Dios de Jacob! Dios mismo nos instruirá en sus caminos y así andaremos por sus sendas». Porque de Sión saldrá la Ley, de Jerusalén, la palabra del Señor.


Vendrá un día en que los centinelas gritarán por las colinas de Efraín: “¡Vengan, subamos a Sión, al Señor nuestro Dios!”».


Al entrar y al salir, el príncipe deberá estar entre ellos.


Muchos pueblos vendrán y dirán: «¡Vengan, subamos al monte del Señor, al Templo del Dios de Jacob! Dios mismo nos instruirá en sus caminos y así andaremos por sus sendas». Porque de Sión saldrá la Ley, de Jerusalén, la palabra del Señor.


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