Salmos 12:1 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

¹ Sálvanos, Señor, que ya no hay gente fiel; entre los seres humanos ya no hay en quien confiar.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹ Salva, oh Jehová, porque se acabaron los piadosos; Porque han desaparecido los fieles de entre los hijos de los hombres.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹ ¡Auxilio, oh Señor, porque los justos desaparecen con rapidez! ¡Los fieles se han esfumado de la tierra!

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹ Interviene, Señor, porque ya no hay hombres buenos ni se encuentran ya hombres leales.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹ Al director del coro. En sheminit.° Salmo de David. ¡Salva, oh YHVH, porque se están acabando los piadosos! Porque han desaparecido los leales entre los hijos del hombre.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹ Del director, con el octacordio. Salmo. De David.

Salmos 12:1 Referans Kwoze

Génesis 6:12

Al ver Dios tanta corrupción en la tierra y que la gente había corrompido su conducta,

1 Crónicas 15:21

Matatías, Elifeleu, Micnías, Obed Edom, Jeyel y Azazías tenían arpas de ocho cuerdas para guiar el canto.

Salmos 3:7

¡Levántate, Señor! ¡Ponme a salvo, Dios mío! ¡Rómpeles la quijada a mis enemigos! ¡Rómpeles los dientes a los malvados!

Salmos 54:1

¡Sálvame, oh Dios, por tu nombre! ¡Defiéndeme con tu poder!

Salmos 6:1

No me reprendas, Señor, en tu ira; no me castigues en tu furor.

Salmos 6:4

Vuélvete, Señor, y sálvame la vida; por tu gran amor, ¡ponme a salvo!

Proverbios 20:6

Son muchos los que proclaman su lealtad, ¿pero quién puede hallar a alguien digno de confianza?

Isaías 1:9

Si el Señor de los Ejércitos no nos hubiera dejado un remanente de sobrevivientes, seríamos ya como Sodoma, nos pareceríamos a Gomorra.

Isaías 57:1

El justo perece y a nadie le importa; mueren los siervos fieles y nadie comprende que el justo perece para ser librado del mal.

Isaías 59:4

Nadie clama por la justicia; nadie va a juicio con integridad. Se confía en argumentos sin sentido y se mienten unos a otros. Conciben malicia y dan a luz perversidad.

Isaías 63:5

Miré, pero no hubo quien me ayudara, me asombró que nadie me diera apoyo. Mi propio brazo me dio la victoria; mi propia ira me sostuvo.

Jeremías 5:1

«Recorran las calles de Jerusalén, observen con cuidado, busquen por las plazas. Si encuentran una sola persona que practique la justicia y busque la verdad, yo perdonaré a esta ciudad.

Mateo 14:30

Pero al sentir el viento fuerte, tuvo miedo y comenzó a hundirse. Entonces gritó: —¡Señor, sálvame!

Mateo 24:12

Habrá tanta maldad que el amor de muchos se enfriará,

Mateo 8:25

Los discípulos fueron a despertarlo. —¡Señor —gritaron—, sálvanos, que nos vamos a ahogar!