Salmos 119:141 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

¹⁴¹ Soy insignificante y despreciado, pero no me olvido de tus preceptos.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹⁴¹ Pequeño soy yo, y desechado, Mas no me he olvidado de tus mandamientos.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁴¹ Soy insignificante y despreciado, pero no olvido tus mandamientos.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁴¹ Aunque soy poca cosa y despreciable, no me olvido de tus ordenanzas.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁴¹ Soy pequeño y despreciado, Pero no he olvidado tus preceptos.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁴¹ Poca cosa soy yo y despreciable, mas no olvido tus decretos.

Salmos 119:141 Referans Kwoze

Salmos 119:109

Mi vida pende de un hilo, pero no me olvido de tu Ley.

Salmos 119:16

En tus estatutos hallo mi deleite y jamás olvidaré tu palabra.

Salmos 119:176

Cual oveja perdida me he extraviado; ven en busca de tu siervo, porque no he olvidado tus mandamientos.

Salmos 22:6

Pero yo, gusano soy y no hombre; la gente se burla de mí, el pueblo me desprecia.

Salmos 40:17

Yo soy pobre y necesitado; quiera el Señor tomarme en cuenta. Tú eres mi socorro y mi libertador; ¡no te demores, Dios mío!

Proverbios 15:16

Más vale tener poco, con temor del Señor, que muchas riquezas con grandes angustias.

Proverbios 16:8

Más vale tener poco con justicia que ganar mucho con injusticia.

Proverbios 19:1

Más vale ser pobre e intachable que necio de labios perversos.

Proverbios 3:1

Hijo mío, no te olvides de mis enseñanzas; más bien, guarda en tu corazón mis mandamientos.

Isaías 53:3

Despreciado y rechazado por los hombres, varón de dolores, habituado al sufrimiento. Todos evitaban mirarlo; fue despreciado y no lo estimamos.

Lucas 6:20

Él entonces dirigió la mirada a sus discípulos y dijo: «Dichosos ustedes los pobres, porque el reino de Dios les pertenece.

Lucas 9:58

—Las zorras tienen madrigueras y las aves tienen nidos —respondió Jesús—, pero el Hijo del hombre no tiene dónde recostar la cabeza.

2 Corintios 8:9

Ya conocen la gracia de nuestro Señor Jesucristo, quien era rico y por causa de ustedes se hizo pobre, para que mediante su pobreza ustedes llegaran a ser ricos.

Santiago 2:5

Escuchen, mis queridos hermanos: ¿No ha escogido Dios a los que son pobres, según el mundo, para que sean ricos en la fe y hereden el reino que prometió a quienes lo aman?