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Salmos 109:22 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

22 Ciertamente soy pobre y estoy necesitado; y mi corazón ha sido traspasado.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

22 Porque yo estoy afligido y necesitado, Y mi corazón está herido dentro de mí.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

22 Pues soy pobre y estoy necesitado, y mi corazón está lleno de dolor.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

22 Porque soy pobre y desdichado, herido está mi corazón dentro de mí,

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La Biblia Textual 3a Edicion

22 Porque yo estoy afligido y necesitado, Y mi corazón está herido dentro de mí.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

22 Yo soy humilde y pobre y en mí mi corazón sufre tortura.

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Salmos 109:22
15 Referans Kwoze  

Pero luego fue a la montaña y se abrazó a los pies del hombre de Dios. Guiezi se acercó con el propósito de apartarla, pero el hombre de Dios intervino: —¡Déjala! Está muy angustiada. El Señor me ha ocultado lo que pasa; no me ha dicho nada.


Las saetas del Todopoderoso me han herido, y mi espíritu absorbe su veneno. ¡Dios ha enviado sus terrores contra mí!


Mi corazón decae y se marchita como la hierba; ¡hasta he perdido el apetito!


Por cuanto se olvidó de hacer el bien y persiguió hasta la muerte al pobre, al necesitado y al descorazonado;


Pero yo, gusano soy y no hombre; la gente se burla de mí, el pueblo me desprecia.


Vuelve a mí tu rostro y tenme compasión, pues me encuentro solo y afligido.


Yo soy pobre y necesitado; quiera el Señor tomarme en cuenta. Tú eres mi socorro y mi libertador; ¡no te demores, Dios mío!


Atiéndeme, Señor; respóndeme, pues pobre soy y estoy necesitado.


Despreciado y rechazado por los hombres, varón de dolores, habituado al sufrimiento. Todos evitaban mirarlo; fue despreciado y no lo estimamos.


—Las zorras tienen madrigueras y las aves tienen nidos —respondió Jesús—, pero el Hijo del hombre no tiene dónde recostar la cabeza.


Pero como estaba angustiado, se puso a orar con más fervor y su sudor era como gotas de sangre que caían a tierra.


»Ahora mi alma está angustiada, ¿y acaso voy a decir: “Padre, sálvame de esta hora difícil”? ¡Si precisamente para afrontarla he venido!


Ya conocen la gracia de nuestro Señor Jesucristo, quien era rico y por causa de ustedes se hizo pobre, para que mediante su pobreza ustedes llegaran a ser ricos.


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