Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Salmos 102:2 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

2 No escondas de mí tu rostro cuando me encuentro angustiado. Inclina a mí tu oído; respóndeme pronto cuando te llame.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

2 No escondas de mí tu rostro en el día de mi angustia; Inclina a mí tu oído; Apresúrate a responderme el día que te invocare.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

2 No te alejes de mí en el tiempo de mi angustia. Inclínate para escuchar y no tardes en responderme cuando te llamo.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

2 No me escondas tu cara en el día de mi desgracia, vuelve tus oídos hacia mí el día que te invoco, apresúrate en responderme.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

2 ¡No escondas de mí tu rostro en el día de mi angustia! ¡Inclina a mí tu oído! ¡Respóndeme pronto el día en que te invoco!

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Señor, escucha mi plegaria, que a ti llegue mi clamor.

Gade chapit la Kopi




Salmos 102:2
21 Referans Kwoze  

¿Pero quién puede condenarlo si él decide guardar silencio? ¿Quién puede verlo si oculta su rostro? Él está por encima de pueblos y personas,


¿Por qué no me perdonas mis pecados? ¿Por qué no pasas por alto mi maldad? Un poco más y yaceré en el polvo; me buscarás, pero habré dejado de existir».


Si escondes tu rostro, se aterran; si les quitas el aliento, mueren y vuelven al polvo.


¿Hasta cuándo, Señor, me tendrás en el olvido? ¿Hasta cuándo esconderás de mí tu rostro?


Respóndeme pronto, Señor, que el aliento se me escapa. No escondas de mí tu rostro o seré como los que bajan a la fosa.


Señor, oye mi justo ruego; escucha mi clamor; presta oído a mi oración, pues no sale de labios engañosos.


Pero tú, Señor, no te alejes; fuerza mía, ven pronto en mi auxilio.


No escondas de mí tu rostro; no rechaces, en tu enojo, a este siervo tuyo, porque tú has sido mi ayuda. No me desampares ni me abandones, Dios de mi salvación.


Inclina a mí tu oído y acude pronto a socorrerme. Sé tú mi roca de refugio, la fortaleza de mi salvación.


Por favor, Señor, ¡ven a librarme! ¡Ven pronto, Señor, en mi auxilio!


No escondas tu rostro de este siervo tuyo; respóndeme pronto, que estoy angustiado.


¡Ven, oh Dios, a librarme! ¡Ven pronto, Señor, en mi auxilio!


Por tu justicia, rescátame y líbrame. Inclina a mí tu oído y sálvame.


Mucho tiempo después murió el rey de Egipto. Los israelitas, sin embargo, seguían lamentando su condición de esclavos y clamaban pidiendo ayuda. Sus gritos desesperados llegaron a oídos de Dios,


quien al oír sus quejidos se acordó del pacto que había hecho con Abraham, Isaac y Jacob.


Cuando cruces las aguas, yo estaré contigo; cuando cruces los ríos, no te cubrirán sus aguas; cuando camines por el fuego, no te quemarás ni te abrasarán las llamas.


Antes que me llamen, yo les responderé; todavía estarán hablando cuando ya los habré escuchado.


El Señor ha escondido su rostro del pueblo de Jacob, pero yo esperaré en él, pues en él tengo puesta mi esperanza.


Ustedes no han sufrido ninguna tentación que no sea común al género humano. Pero Dios es fiel y no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que puedan aguantar. Más bien, cuando llegue la tentación, él les dará también una salida a fin de que puedan resistir.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite