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Salmos 10:17 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

17 Tú, Señor, escuchas el deseo de los indefensos, les infundes aliento y atiendes a su clamor.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

17 El deseo de los humildes oíste, oh Jehová; Tú dispones su corazón, y haces atento tu oído,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

17 Señor, tú conoces las esperanzas de los indefensos; ciertamente escucharás sus clamores y los consolarás.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Tú escuchas, Señor, el ruego de los humildes, reconfortas su corazón y están atentos tus oídos

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 t Oh YHVH, Tú has oído el anhelo de los humildes, Sosiegas su corazón, tienes atento tu oído,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Tau. El anhelo de los pobres tú lo sientes, Señor; confórtalos y atiéndelos, vengando los derechos del huérfano y del débil, y no siembre más terror el hombre de la tierra.

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Salmos 10:17
28 Referans Kwoze  

Señor, Dios de nuestros antepasados Abraham, Isaac e Israel, conserva por siempre estos pensamientos en el corazón de tu pueblo y dirige su pensamiento hacia ti.


Y Ezequías y todo el pueblo se regocijaron de que Dios hubiera preparado al pueblo para hacerlo todo con rapidez.


También los habitantes de Judá, movidos por Dios, cumplieron unánimes la orden del rey y de los oficiales, conforme a la palabra del Señor.


‘Como te has conmovido y humillado ante Dios al escuchar lo que he anunciado contra este lugar y sus habitantes; y como te has rasgado las vestiduras y has llorado en mi presencia, yo te he escuchado. Yo, el Señor, lo afirmo.


Atenderá a la oración de los desamparados y no despreciará sus ruegos.


Cumple los deseos de quienes le temen; atiende a su clamor y los salva.


Los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos, atentos a sus clamores;


Deléitate en el Señor y él te concederá los deseos de tu corazón.


El vengador de los inocentes se acuerda de ellos; no pasa por alto el clamor de los afligidos.


Pero el necesitado no será olvidado para siempre ni para siempre se perderá la esperanza del pobre.


Lo que el malvado teme, eso le ocurre; lo que el justo desea, eso recibe.


El Señor aborrece los sacrificios de los malvados, pero se complace en la oración de los justos.


El ser humano hace planes, pero la palabra final la tiene el Señor.


Antes que me llamen, yo les responderé; todavía estarán hablando cuando ya los habré escuchado.


«Dichosos los pobres en espíritu, porque el reino de los cielos les pertenece.


Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras.


Pues por medio de él tenemos acceso al Padre por un mismo Espíritu.


En él, mediante la fe, disfrutamos de libertad y confianza para acercarnos a Dios.


Humíllense delante del Señor y él los exaltará.


Pero él nos da más gracia. Por eso dice la Escritura: «Dios se opone a los orgullosos, pero da gracia a los humildes».


Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos, atentos a sus oraciones; pero el rostro del Señor está contra los que hacen el mal».


Así mismo, jóvenes, sométanse a los líderes. Revístanse todos de humildad en su trato mutuo, porque: «Dios se opone a los orgullosos, pero da gracia a los humildes».


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