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Proverbios 30:8 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

8 Aleja de mí la falsedad y la mentira; no me des pobreza ni riquezas, sino solo el pan de cada día.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

8 Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí; No me des pobreza ni riquezas; Manténme del pan necesario;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Primero, ayúdame a no mentir jamás. Segundo, ¡no me des pobreza ni riqueza! Dame solo lo suficiente para satisfacer mis necesidades.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 aleja de mí la falsedad y la mentira, no me des ni pobreza ni riqueza. Dame sólo mi ración de pan.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Aparta de mí la falsedad y la mentira, Y no me des pobreza ni riquezas. Manténme del pan necesario,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 aleja de mí mentira y engaño, no me des pobreza ni riqueza, concédeme el pan de cada día,

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Proverbios 30:8
28 Referans Kwoze  

Luego Jacob hizo esta promesa: «Si Dios me acompaña y me protege en este viaje que estoy haciendo, si me da alimento y ropa para vestirme,


Además, durante toda su vida Joaquín gozó de una pensión diaria que le proveía el rey de Babilonia.


No me he apartado de los mandamientos de sus labios; valoro más las palabras de su boca que mi pan de cada día.


Apártame del camino de la falsedad; concédeme las bondades de tu Ley.


Aparta mi vista de cosas vanas, preserva mi vida en tu camino.


Como los israelitas no sabían lo que era, al verlo se preguntaban unos a otros: «¿Y esto qué es?». Moisés les respondió: —Es el pan que el Señor les da para comer.


Pero cuando lo midieron según el gómer, ni al que recogió mucho le sobraba ni al que recogió poco le faltaba: cada uno recogió la cantidad necesaria.


Tomen en cuenta que yo, el Señor, les he dado el sábado. Por eso en el día sexto les doy pan para dos días. El día séptimo nadie debe salir. Todos deben quedarse donde estén».


Comieron los israelitas maná cuarenta años, hasta que llegaron a los límites de la tierra de Canaán, que fue su país de residencia.


El justo aborrece la mentira; el malvado acarrea vergüenza y deshonra.


La fortuna amasada por la lengua embustera se esfuma como la niebla y es mortal como una trampa.


El que siembra maldad cosecha desgracias; la vara de su ira será destruida.


¿Acaso has podido verlas? ¡No existen! Es como si les salieran alas, pues se van volando como las águilas.


»Solo dos cosas te pido, Dios; no me las niegues antes de que muera:


Vanidad de vanidades —dice el Maestro—, vanidad de vanidades, ¡todo es vanidad!


¡Ay de los que arrastran iniquidad con cuerdas de mentira y el pecado con sogas de carreta!


Nadie clama por la justicia; nadie va a juicio con integridad. Se confía en argumentos sin sentido y se mienten unos a otros. Conciben malicia y dan a luz perversidad.


Entonces el rey Sedequías ordenó que pusieran a Jeremías en el patio de la guardia y que, mientras hubiera pan en la ciudad, todos los días le dieran una porción del pan horneado en la calle de los Panaderos. Así fue como Jeremías permaneció en el patio de la guardia.


Además, durante toda su vida y hasta el día de su muerte, Joaquín gozó de una pensión diaria que le proveía el rey de Babilonia.


Danos hoy nuestro pan cotidiano.


Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, entonces todas estas cosas les serán añadidas.


Danos cada día nuestro pan cotidiano.


—Ahora saquen un poco y llévenlo al encargado del banquete —dijo Jesús. Así lo hicieron.


—Señores, ¿por qué hacen esto? Nosotros también somos hombres mortales como ustedes. Las buenas noticias que anunciamos son que dejen estas cosas sin valor y se vuelvan al Dios viviente, que hizo el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos.


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