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Números 25:13 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

13 por medio del cual él y sus descendientes gozarán de un sacerdocio eterno, ya que defendió celosamente mi honor y presentó ofrendas para el perdón de los israelitas».

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

13 y tendrá él, y su descendencia después de él, el pacto del sacerdocio perpetuo, por cuanto tuvo celo por su Dios e hizo expiación por los hijos de Israel.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

13 por medio del cual doy a él y a sus descendientes el derecho perpetuo al sacerdocio. Pues en su celo por mí, su Dios, él purificó al pueblo de Israel, y los hizo justos ante mí».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

13 Me comprometo a darle el sacerdocio para siempre, a él y a su descendencia, porque se mostró lleno de celo por su Dios y lo reparó en nombre de los Israelitas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

13 que constituirá para él y su descendencia después de él, el pacto del sacerdocio perpetuo. Recompensa por haberse mostrado celoso por su Dios y haber hecho expiación por los hijos de Israel.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 una alianza que le asegurará a él, y a su descendencia después de él, el sacerdocio a perpetuidad, por haber mostrado su celo por su Dios y haber expiado por los israelitas''.

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Números 25:13
34 Referans Kwoze  

y preguntó: —¿Qué quieren que haga por ustedes? ¿Cómo puedo reparar el mal que se les ha hecho, de modo que bendigan al pueblo que es herencia del Señor?


Él respondió: —Me consume mi amor por ti, Señor Dios de los Ejércitos. Los israelitas han rechazado tu pacto, han derribado tus altares y a tus profetas los han matado a filo de espada. Yo soy el único que ha quedado con vida, ¡y ahora quieren matarme a mí también!


Él respondió: —Me consume mi amor por ti, Señor Dios de los Ejércitos. Los israelitas han rechazado tu pacto, han derribado tus altares y a tus profetas los han matado a filo de espada. Yo soy el único que ha quedado con vida, ¡y ahora quieren matarme a mí también!


Fue así como, al destituir Salomón a Abiatar del sacerdocio del Señor, se cumplió la palabra que el Señor había pronunciado en Siló contra la familia de Elí.


«¡Recuerda esto, Dios mío, en perjuicio de los que profanaron el sacerdocio y el pacto de los sacerdotes y de los levitas!».


Esto se le acreditó como un acto de justicia para siempre, por todas las generaciones.


Mi celo me consume, porque mis adversarios pasan por alto tus palabras.


El celo por tu casa me consume; sobre mí han recaído las burlas de los que te insultan.


y las mitras; a continuación, ceñirás las fajas a Aarón y a sus hijos. Así les conferirás autoridad y el sacerdocio será para ellos un estatuto perpetuo.


Al día siguiente, Moisés dijo a los israelitas: «Ustedes han cometido un gran pecado. Pero voy a subir ahora para reunirme con el Señor y tal vez logre yo que Dios perdone su pecado».


y úngelos como ungiste a su padre, para que ministren como mis sacerdotes. La unción les conferirá un sacerdocio válido para todas las generaciones venideras».


Pero a ustedes los llamarán «sacerdotes del Señor»; les dirán «ministros de nuestro Dios». Se alimentarán de las riquezas de las naciones, y se jactarán de los tesoros de ellas.


Tampoco a los sacerdotes levitas les faltará un descendiente que en mi presencia ofrezca holocausto, queme ofrendas de grano y presente sacrificios todos los días».


Yo multiplicaré la descendencia de mi siervo David y la de los levitas, mis ministros, como las incontables estrellas del cielo y los granos de arena del mar”».


quien ofrecerá una como sacrificio por el perdón y la otra como holocausto. Así, en presencia del Señor, el sacerdote obtendrá el perdón para el afectado a causa de su flujo.


Pero ustedes se han desviado del camino y mediante su instrucción han hecho tropezar a muchos; ustedes han arruinado el pacto con Leví —dice el Señor de los Ejércitos—.


y Moisés dijo a Aarón: —Toma tu incensario y pon en él algunas brasas del altar, agrégale incienso y vete corriendo adonde está la congregación, para pedir perdón por ellos, porque la ira del Señor se ha desbordado y una desgracia ha caído sobre ellos.


Aarón hizo lo que Moisés dijo y corrió a ponerse en medio de la asamblea. La desgracia de parte de Dios ya había empezado entre el pueblo, así que Aarón ofreció incienso y pidió perdón por el pecado del pueblo.


Entonces los israelitas dijeron a Moisés: «¡Estamos perdidos, totalmente perdidos! ¡Vamos a morir!


El hombre que fue atravesado junto con la madianita se llamaba Zimri, hijo de Salu, y era jefe de una familia de la tribu de Simeón.


Sus discípulos se acordaron de que está escrito: «El celo por tu casa me consumirá».


Por eso era preciso que en todo se pareciera a sus hermanos, para ser un sumo sacerdote fiel y compasivo al servicio de Dios, a fin de obtener el perdón de los pecados del pueblo.


Si hubiera sido posible alcanzar la perfección mediante el sacerdocio levítico (pues bajo este se le dio la ley al pueblo), ¿qué necesidad había de que más adelante surgiera otro sacerdote según el orden de Melquisedec y no según el de Aarón?


Por eso los israelitas no podrán hacerles frente a sus enemigos, sino que tendrán que huir de sus adversarios. Ellos mismos acarrearon su destrucción. Y, si no destruyen ese botín que está en medio de ustedes, yo no seguiré a su lado.


también ustedes son como piedras vivas, con las cuales se está edificando una casa espiritual. De este modo llegan a ser un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales que Dios acepta por medio de Jesucristo.


Pero ustedes son descendencia escogida, sacerdocio regio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable.


Él es el sacrificio por el perdón de nuestros pecados y no solo por los nuestros, sino por los de todo el mundo.


al que ha hecho de nosotros un reino, sacerdotes al servicio de Dios su Padre, ¡a él sea la gloria y el poder por los siglos de los siglos! Amén.


»Por lo tanto —dice el Señor, Dios de Israel—, de ninguna manera permitiré que tus parientes me sirvan, aun cuando yo había prometido que toda tu familia, tanto tus antepasados como tus descendientes, me servirían siempre. Yo, el Señor, lo afirmo. Yo honro a los que me honran y humillo a los que me desprecian.


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