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Nehemías 8:10 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

10 Luego Nehemías añadió: «Ya pueden irse. Coman bien, tomen bebidas dulces y compartan su comida con quienes no tengan nada, porque este día ha sido consagrado a nuestro Señor. No estén tristes, pues el gozo del Señor es su fortaleza».

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Biblia Reina Valera 1960

10 Luego les dijo: Id, comed grosuras, y bebed vino dulce, y enviad porciones a los que no tienen nada preparado; porque día santo es a nuestro Señor; no os entristezcáis, porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Nehemías continuó diciendo: «Vayan y festejen con un banquete de deliciosos alimentos y bebidas dulces, y regalen porciones de comida a los que no tienen nada preparado. Este es un día sagrado delante de nuestro Señor. ¡No se desalienten ni entristezcan, porque el gozo del Señor es su fuerza!».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Le dijeron además: '¡Vayan y coman buena carne y tomen bebida agradable, pero guarden una parte para el que nada tiene preparado y llévensela, porque hoy es un día santo para nuestro Señor!'

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Luego les dijo: ¡Id, comed ricos manjares° y bebed, y enviad porciones al que nada tiene preparado, porque hoy es día santo para nuestro Señor! ¡No os entristezcáis, porque el gozo de YHVH es vuestra fortaleza!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Y luego les dijo: 'Id y comed manjares grasos y bebed vinos dulces, y mandad también raciones a los que no tengan nada preparado, pues este día está consagrado a nuestro Señor. Y no os aflijáis, porque la alegría en Yahveh es vuestra fortaleza'.

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Nehemías 8:10
32 Referans Kwoze  

Al final, Salomón despidió al pueblo, y ellos bendijeron al rey y regresaron a sus casas, contentos y llenos de alegría por todo el bien que el Señor había hecho en favor de su siervo David y de su pueblo Israel.


El esplendor y la majestad son sus heraldos; hay poder y alegría en su morada.


También los levitas tranquilizaban a todo el pueblo. Les decían: «¡Tranquilos! ¡No estén tristes, que este es un día santo!».


Así que todo el pueblo se fue a comer, beber, compartir su comida y a celebrar con gran alegría; porque habían comprendido lo que se les había enseñado.


Por eso los judíos de las zonas rurales —los que viven en las aldeas—, celebran el catorce del mes de adar como día de alegría y banquete, y se hacen regalos unos a otros.


como el tiempo en que los judíos se libraron de sus enemigos, y como el mes en que su aflicción se convirtió en alegría, y su dolor en día de fiesta. Por eso debían celebrarlos como días de banquete y de alegría, compartiendo los alimentos los unos con los otros y dándoles regalos a los pobres.


Que se alegre Israel por su Hacedor; que se regocijen los hijos de Sión por su Rey.


Porque tú eres su gloria y su poder; por tu buena voluntad aumentas nuestra fuerza.


El corazón alegre es un buen remedio, pero el ánimo decaído seca los huesos.


Comparte lo que tienes entre siete, y aun entre ocho, pues no sabes qué calamidad pueda venir sobre la tierra.


Nada hay mejor para el hombre que comer, beber y llegar a disfrutar de sus afanes. He visto que también esto proviene de Dios,


y sé también que es un don de Dios que el hombre coma o beba y disfrute de todos sus afanes.


Esto es lo que he comprobado: que en la vida bajo el sol lo mejor es comer, beber y disfrutar del fruto de nuestros afanes. Es lo que Dios nos ha concedido; es lo que nos ha tocado.


¡Anda, come tu pan con gozo! ¡Bebe tu vino con corazón alegre, que Dios ya se ha agradado de tus obras!


He entrado ya en mi jardín, hermana y novia mía, y en él recojo mirra y bálsamo; allí me sacio del panal y de su miel; allí bebo mi vino y mi leche. ¡Coman y beban, amigos, y embriáguense de amor!


Y ahora dice el Señor, que desde el seno materno me formó para que fuera yo su siervo, para hacer que Jacob se vuelva a él, que Israel se reúna a su alrededor; porque a los ojos del Señor soy digno de honra y mi Dios ha sido mi fortaleza:


Me deleito mucho en el Señor; me regocijo en mi Dios. Porque él me vistió con ropas de salvación y me cubrió con el manto de la justicia. Soy semejante a un novio que luce su diadema o una novia adornada con sus joyas.


Alégrense, habitantes de Sión, regocíjense en el Señor su Dios, porque les ha dado las lluvias de otoño. Él envía la lluvia, la de otoño y la de primavera, como en tiempos pasados.


Toda olla de Jerusalén y de Judá será consagrada al Señor de los Ejércitos. Además, todo el que vaya a sacrificar tomará algunas de esas ollas y cocinará en ellas. En aquel día no habrá más mercaderes en el Templo del Señor de los Ejércitos».


Den más bien a los pobres de lo que está dentro, y así todo quedará limpio para ustedes.


En medio de las pruebas más difíciles, su desbordante alegría y su extrema pobreza abundaron en rica generosidad.


Yo mismo tengo motivos para tal confianza. Si cualquier otro cree tener motivos para confiar en esfuerzos humanos, yo más:


Los habitantes de la tierra se alegrarán de su muerte y harán fiesta e intercambiarán regalos, porque estos dos profetas los atormentaban.


Pregúntales a tus criados y ellos mismos te lo confirmarán. Por tanto, te agradeceré que recibas bien a mis hombres, pues este día hay que celebrarlo. Dales, por favor, a tus siervos y a tu hijo David lo que tengas a la mano”».


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